Se les abrieron los ojos
En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando: «Ten compasión de
nosotros, hijo de David». Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y
Jesús les dijo: «¿Creen que puedo hacerlo?». Contestaron: «Sí, Señor». Entonces
les tocó los ojos, diciendo: «Que os suceda conforme a vuestra fe». Y se les
abrieron los ojos.
Es admirable la actitud de Jesús: pide permiso para obrar y también la humildad y la aceptación de la realidad de
estos dos ciegos. Primero aceptan su problema, el mal que llevan y segundo acuden
a quién realmente pueden ayudarles. Todo esto en el clima de una fe enorme. Dios
puede sacar del mal de cualquier tipo mucho bien, claro, si estamos decididos a
cooperar. ¿Cuántas veces postergamos y hacemos caso omiso las orientaciones que
nos hacen?
Precisamente la fe consiste en la aceptación de todo aquello que Dios ha
dado a conocer en la sagrada Escritura, la tradición viva y la enseñanza de la
Iglesia. Es una luz que permite entender mejor las cosas y obrar con más lucidez.
Entonces, así como aquellos ciegos reconocieron a Jesús como Mesías,
salvador; también tú puedes aceptarlo y dar una respuesta libre y con decisión
de seguirlo. Abre tu persona al Señor.
En estos días tendría que haber algo especial en casa ¿Te has percatado?
¿De qué se trata? Pues de la corona y las velas de adviento, que significa
tiempo de 4 semanas de espera de la llegada de Jesús. Cuyos significados nos
hacen ser más conscientes que Jesús, viene al encuentro nuestro, viene a salvarnos
del mal, la ignorancia, del dolor, la injusticia, del pecado, de la esclavitud
del tipo que sea. Si realmente lo crees esa liberación ocurrirá en ti.
¿Cómo prepararse durante el adviento para recibir a Jesús?
1. Con fe. Que es acoger, conocer, unirse y vivir las
enseñanzas del mismo Señor. Creer con todo tu corazón que Dios lo puede todo,
absolutamente todo. Deja que Dios obre, espera el tiempo de Dios.
2. Con obras. Especialmente demuestra con tus acciones que
esperas a Jesús con obras solidarias, caritativas. Comparte de lo que tengas,
preocúpate del que más lo necesita.
3. Con esperanza. La situación dolorosa que puedas llevar pasará y
déjalo en las manos de Dios. Aviva la oración como diálogo natural de un hijo
con su padre.
Recuerda: todos tenemos algunas cegueras, necesitamos que alguien nos ayude a descubrirlas;
para superarlas se requiere apertura, búsqueda, aceptación, confianza, fe,
buenas obras y mucha esperanza.
Buen día.
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