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sábado, 29 de mayo de 2021

Hoy encontré a Dios en la calle

 



El día de hoy me ha sucedido algo particular. Veamos. Mientras yo volvía a casa de la zona céntrica de la ciudad de san Vicente de Cañete, a pocos metros de la plaza de armas, me encontré con un padre de familia. Le saludé a la distancia y mi interlocutor manifestó ciertas interrogantes que resolver.

Me detuve. Lo atendí allí en la vereda, en el bullicio del tráfico. Resulta que este hombre sufría las consecuencias de la pandemia. Procedía de una zona interna del país. Encontrándose en una situación precaria y sin futuro resolvió venirse a Cañete en un camión que transportaba productos agrícolas. Llegó sin saber dónde caer ni quién lo acoja. Ahora vive entre plásticos y choza con sus cuatro hijos y esposa.

Pienso que la pobreza ya no está en un espacio mapeado. No. Hay más pobreza todavía en ciudades desarrolladas. En el anonimato del existir de la masa. Allí dónde a nadie le interesa lo que te pasa sino únicamente para sacar alguna utilidad en el peor de los casos.

Volvamos al hecho de la narración. Por lo que conversé en esos pocos minutos con aquel papá percibí que era un hombre de fe. Dispuesto a jugarse el todo por mantener a su familia unida y en armonía con Dios. Realmente una persona que ha pasado por cosas muy duras. Me sorprendió su valor y fe.

Me comentó que pasaría a rezar por la catedral y luego este padre de familia de cuatro hijos pequeños acudiría al mercado para buscar donaciones de comidas. Tenía reparos y me dijo quizá las personas no le ayudarían. Aquí viene la cuestión.

Dije inmediatamente ¿Cómo es que Dios me presenta a una persona tan necesitada y que estoy en capacidad de ayudarlo? ¿Cómo así que esta persona tan buena y con grandes deseos de amar a su familia hasta el extremo encuentra la persona que puede darle una ayuda solidaria?

Aclaro. Tengo un equipo humano y estamos en capacidad de ayudar. Esta iniciativa surgió precisamente desde que inició la pandemia en el Perú.  Lo que hemos hecho es armar bolsas de alimentos con un grupo de familias para seis miembros y para una semana. Plan diseñado para un plan de emergencia. Lo razonable para subsistir. Hasta el momento hemos ayudado a más de 50 familias en situación muy precaria.

Aún me sigo preguntando ¿Por qué Dios me puso a esta persona en mi camino? Si éramos tantos transeúntes ¿Por qué a mí? De lo que estoy convencido es que Dios cuida y defiende a los pobres. Jamás deja de prestar oído a sus súplicas. Si una persona es buena jamás será olvidada.

¿Valoras que tu riqueza está en la fe y confianza en Dios? Como este padre de familia que se la jugaba todo por sus hijos ¿Estás dispuesto a valorar a las personas antes que las cosas materiales? ¿Identificas y te comprometes con lo que puedas en ser caritativo?

Cañete, 29 de mayo 2021

P. Arnaldo Alvarado

 


sábado, 22 de mayo de 2021

¿Quién es el Espíritu Santo? ¿Cuál es la misión del Espíritu Santo?

 


Foto: Arquidiócesis de Santa Cruz

Estamos ya para concluir este tiempo pascual. Jesús nos prometió enviar el Espíritu Santo.

¿Quién es el Espíritu Santo? Es la tercera persona de la Santísima Trinidad. Procede del amor del Padre y del Hijo. Es Dios. Tiene como misión la santificación, es decir, la actualización y dispensación de todos los medios que nos hacen falta para ser más amigos de Dios y buenas personas.

Este domingo celebraremos la fiesta de Pentecostés. Esto es, que a los cincuenta días de Jesús resucitado viene el Espíritu Santo sobre los Apóstoles y María santísima. En definitiva, viene sobre la Iglesia y la humanidad.

¿Cuál es la misión del Espíritu Santo? Es guiar y acompañar a toda la iglesia, a todo cristiano y personas de buena voluntad.

¿Cómo se nota esa presencia? Cuando deseas orar, hacer una obra buena, buen pensamiento, buena iniciativa, quieres mejorar en tu trabajo y familia, deseas una orientación, amas la verdad y la justicia. Escúchalo.

Ahora, al menos en el Perú, dejémonos guiar por el Espíritu divino especialmente en la responsabilidad que tenemos para elegir a quién nos gobernará. Tenemos que apostar para defender el bien de todos, la vida, la libertad, la paz, el respeto a las instituciones, la familia. ¡No a la violencia, amenazas y falsas promesas que no se cumplirán! Está en juego el país. Tenemos que pensar en los que vienen.

El Espíritu Santo es llamado también abogado, consolador, huésped. Tratémoslo con confianza. Pidamos que ilumine nuestro entendimiento y voluntad. ¿Sabes que tienes un buen acompañante? Invoca al Paráclito cuando vayas a iniciar tus estudios, trabajo, trato en familia, a orar, cuando necesites brindar o recibir un buen consejo.

 


jueves, 8 de abril de 2021

Echar las redes a la derecha

 


Foto: San Pablo Perú

Echar las redes a la derecha

 Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Jesús les dice:

«Muchachos, ¿tienen pescado?».

Ellos contestaron:

«No».

Él les dice:

«Echad la red a la derecha de la barca y encontrarán».

La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Juan (21,1-14) 

Estamos en el viernes dentro de la octava de Pascua. Esto quiere decir que el acontecimiento de la resurrección de Cristo es tan grande que ha cambiado la historia. Cuya celebración se prolonga por ocho días.

El sepulcro vació y las diversas apariciones de Jesús confirman su resurrección. Él vive por siempre ¿Te das cuenta de la presencia de Jesús resucitado en el día a día? Precisamente porque está vivo es capaz de estar junto a nosotros, como sucede en el pasaje de hoy.

¿Quién no ha tenido un mal momento? ¿Cuántas veces notamos que lo que hacemos no da resultado? Veamos la respuesta desde el pasaje bíblico.

En este relato del evangelio Jesús sale al encuentro de sus discípulos que no han tenido éxito en la jornada. Entraron al mar, trabajaron toda la noche y no han pescado nada. Recuerda que Pedro y sus amigos eran expertos en la pesca, pero esa noche nada. Realmente han hecho lo que podían y estaba en sus manos.

Jesús se aparece y les invita a que echen la red a la derecha. Dicen que era tanta la pesca. En efecto, es cierto que de nuestra parte hay que poner los medios para sacar adelante nuestra responsabilidad, la misión, la oportunidad, el reto, aquella dificultad pero también el Señor quiere ser parte en ese empeño. 

Así que si notas en algún momento que has hecho todo lo que estaba en tus manos y algo bueno no fue como esperabas, recuerda que con si perseveras con paciencia, serenidad y confianza saldrá pronto. El Señor siempre nos asiste, pues está vivo ¿Pero ¿cómo lo veo? Con la convicción de su presencia, la seguridad en su promesa, confianza en su compañía. Trátalo en la oración.

En esta pascua de Jesús tengas la buena noticia que Jesús ha resucitado. Se hace parte de nuestras luchas, camino y nos acompaña. Pidamos también a Dios que en estas elecciones generales en el Perú tengamos mucha lucidez para ejercer nuestra responsabilidad a conciencia y buscando el bien común, la paz, la justicia y la vida.

P. Arnaldo Alvarado

viernes, 2 de abril de 2021

El silencio ante la tumba y la esperanza

 



Foto: El español digital

Triduo pascual. Sábado santo: el silencio ante el mal y la esperanza

Descendió al lugar de los muertos

El sábado santo es el segundo día del triduo pascual. Es el tiempo que Cristo yace muerto y sepultado. Está acompañado por sus discípulos y María su Madre. Es el día del gran silencio, duelo, sorprendidos del mal que podemos cometer y padecer. Hoy muchas personas viven el sábado santo al estar junto a la tumba de sus familiares y amigos fallecidos por el COVID-19.

¡Qué duro es perder para esta vida una persona querida! Jesús ha sido el grano de trigo que cayó, murió y dio fruto. En efecto, con la muerte del Señor ha sido posible la salvación universal. Incluso hasta los justos del antiguo testamento (descendió a los infiernos). Él ha muerto por ti, por mí y por todos. Pero el Dios de la fe es amor y libertad ¿Asumes el amor hasta el extremo de Dios y te haces parte de él? ¿Abres tu puerta a quién apostó por ti? ¿Le das la cara o la espalda?

¿Cómo se puede vivir este día con la familia? Es un día de oración, silencio, reflexión, penitencia, consuelo, obra caritativa, asombro por la muerte de un justo e inocente, pero con la fuerza de la esperanza. Es quedarse por un instante frente a la muerte y el mal. Que todos en algún momento lo experimentamos. El mal no puede ser la última palabra, sino que será vencido con la resurrección del Señor de la vida.  

Nos asusta el futuro incierto, la muerte y eso es natural. Pues el sentido de nuestra vida es vivir. En efecto, la muerte ha sido el salario del pecado, pero la muerte también ha sido transformada en Vida eterna por la muerte de Cristo.

La madre y amigos de Jesús apenas se sostenían en pie en este día junto a la tumba de Jesús. Hoy acompañamos a tantas personas y familias que permanecen en pie, con asombro y casi sin fuerzas frente a los signos de la muerte, pérdidas de sus seres queridos afectados por la pandemia, la opresión de las injusticias, el atropello a la dignidad de la persona y su entorno, las violencias y el galope a ciegas de las ideologías que arrasa con todo ser humano sin darle importancia a las consecuencias. Es duro estar como actores y como inocentes en esas situaciones de injusticias.

Recuerda que si algo pasa y no está en nuestros planes hay que encontrar el sentido. De una crisis nunca se sale igual; o se sale peor o mejor. Apostemos salir mejor, para crecer y aprender. Nos toca darle motivos para sacar fuerzas donde parece que ya no hay. Si aún no lo encuentras ten paciencia, perseverancia y buen humor. Sí, siempre hay alguien por y con quién llevar. El mal en cualquiera de sus versiones es pasajero, limitado y corto. Hay esperanza porque hay vida.

P. Arnaldo Alvarado

 

Amó hasta el extremo

 

Foto: Historia National Geographic

Triduo pascual. Viernes Santo: Jesús me amó hasta el extremo

Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado

Hoy es Viernes Santo y se conmemora la pasión, crucifixión y muerte de Cristo en la Cruz. Este es un día de oración, penitencia, ayuno (se puede tomar sólo un alimento fuerte; para personas mayores, niños y convalecientes no obliga) y abstinencia de no comer carne que obliga especialmente a los mayores de edad (18-59 años).

Estar en el lugar de la crucifixión y sepultura de Jesús, tal como relata la sagrada escritura, es algo impresionante. Esa experiencia lo viví hace un tiempito en Jerusalén.  

Qué cambio en la vida de Jesús. El domingo fue acogido como rey y ahora rechazado, calumniado, traicionado. También podemos contarnos en esa muchedumbre que condena y crucifica a Cristo. El Señor con su amor hasta el extremo nos ha hecho renacer y nos ha perdonado. Así como Eva nace del costado dormido de Adán, así la Iglesia, y con ella cada cristiano, nace del costado abierto de Cristo en la cruz.

La liturgia es sobria, profunda y estremecedora. Destaca en ella el signo de duelo por la muerte del Señor y la adoración de la Cruz. En este día la Iglesia ora por todas las necesidades, especialmente por la conversión de quienes voluntariamente se apartan del Amor misericordioso.

Únicamente es el amor el que nos salva. Pero un Amor que se basa en el bien, la verdad y la justicia. Los amoríos esclavizan y envilecen al ser humano. El amor hasta el extremo, “el amigo da la vida por el amigo”. Cristo nos ha salvado por amor con su muerte en la Cruz. Ha muerto por ti, por mí y por todos. Mediante ese sacrificio nos vino la redención. San Pablo con toda razón dice: “Hemos sido comprados a gran precio”. Tu vida vale la sangre de Cristo.

La tarde del Viernes Santo representa el drama inmenso del sufrimiento del inocente, del dolor, la injusticia, el experimentar el mal, en una palabra, el tocar fondo de la vida. Pero ya Alguien que es Amor nos ha precedido en esto. Hay alguien que se ha interesado antes.

Hoy ¿Qué se puede hacer en casa? Con la familia: leer Juan 18, 1-19,42, meditar y ver la Pasión de Cristo (Una sugerencia: Película “La pasión de Cristo” de Mel Gibson), escuchar la pasión según san Mateo de Bach, fundamental el que te conectes a la celebración de la pasión de tu parroquia y rezar el vía crucis. Identifícate con uno de los personajes.

Puedes estar en la cruz del sufrimiento: enfermedad (como la pandemia que azota fuertemente llevándose vidas), el dolor, la injusticia, la traición, la calumnia, el odio, el resentimiento; recuerda que siempre hay personas buenas que te acompañan, como el buen ladrón al lado de Jesús, María la madre de Jesús. No estás en el abandono, en el sin sentido, mira a Cristo y su cruz.

Cristo en la cruz dice: “Tengo sed”. Si tomamos este deseo divino desde un aspecto profundo se puede decir que el Señor tiene sed de nuestra correspondencia al amor, de la fe y de unir nuestras cruces del día a día a su cruz redentora. Entonces vivir con la cruz a cuestas, que aparece y no la has causado, sí tiene sentido. Que rechacemos el pecado y la soberbia con todas nuestras fuerzas.

El cristiano acepta la cruz de cada día con Amor. La cruz llevada con buenas disposiciones es signo de salvación y de esperanza. Cuando te ves en el Calvario ¿Acudes a la compañía de Dios, personas nobles y María la madre de Dios? La cruz no es el fin, sino el medio para la vida si lo llevas por amor y con sentido de redención.

Tocar la piedra y el Sepulcro donde Jesús fue enterrado es algo que te inunda a lo más profundo. Jamás me sentí tan bien como el día que besé la tumba de Jesús. Sí Cristo ha vencido la muerte, el mal, la injusticia y todo lo que ahora no puedes entender. Estos signos de la oscuridad no pueden ser la última palabra. Ya pasará todo y vendrá el día. Persevera y ten esperanza.

jueves, 1 de abril de 2021

Una compañía segura para tiempos inciertos

 


Foto: Pintura de la Escuela Cusqueña

Triduo pascual. Jueves santo: Jesús se queda en la Eucaristía para acompañarnos

Tomen y coman esto es mi cuerpo

Jesús se encuentra en Jerusalén. Está muy decidido a celebrar la pascua. Cuida todos los detalles y ordena que todo sea con diligencia. Llega el momento de la cena y lo hace junto a sus apóstoles, sus amigos y lava los pies de cada uno. Allí les anuncia algo que entristece a todos.  

En este día del jueves santo Jesús instituye en la última Cena la Eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento nuevo de la caridad. Desde ese momento nunca ha dejado de estar presente en la Eucaristía en todas las misas y sagrarios del mundo.

Así el Señor ha querido darse con anticipación a su pasión y muerte y quedarse para siempre. Sólo el amor ardiente y hasta el extremo es capaz de esto. La Eucaristía hace la Iglesia. Recibida con fe es medicina para nuestras fragilidades.

Normalmente la misa de la Última cena en la pasión del Señor tiene lugar entre las 5 y 8pm del Jueves Santo. De esta manera se da inicio el triduo pascual: pasión y muerte, sepultura y resurrección del Señor. En la Última Cena el Señor se reúne con sus discípulos para celebrar la Pascua. Extrañaremos encontrarnos en la Iglesia, pero no. Puesto que abren las iglesias domesticas -hogares- con el ardor de la fe y sí que se permanece unidos incluso en tiempos duros.

Esta celebración significaba para los judíos la conmemoración de la liberación de la esclavitud de Egipto. Había unas formas establecidas para celebrarla. En este sentido siguiendo la costumbre judía, Pedro y Juan, realizan las disposiciones de Jesús y cuidaron que todo estuviera correctamente dispuesto para la cena.

Jesús confiere a los apóstoles la potestad celebrar la Eucaristía. Así Jesús allí mismo instituye el sacerdocio y la Eucaristía, convierte a sus apóstoles en sacerdotes y obispos.

¿Qué significa para mí el Jueves santo? La Eucaristía es el centro de nuestra vida espiritual, sabemos que Jesús está real y verdaderamente presente con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad bajo las especies del pan y del vino. Él mismo dijo: “este es mi cuerpo” “esta es mi sangre, hagan esto en memoria mía”. El Señor nos acompaña en nuestro caminar fatigoso, incierto a veces, pero con esperanza. Es una cercanía real, constante, humilde y con signos. ¿Cómo valoras su presencia?

El gesto del lavatorio de los pies por parte de Jesús a los apóstoles instaura un nuevo vínculo: la caridad. Quiere decir que el Maestro se hace servidor dejando muy en claro a sus discípulos, sea de la condición que sea, que ese es su identidad: el servicio. ¡Qué difícil es ayudar y más todavía ser ayudados! Las escusas no faltan. A los cristianos nos corresponde esto ser servidores y hacerlo por amor a Dios.

¿Qué compromisos puedes fijar el jueves santo? Asistir con mayor disposición a la Santa Misa. Prepararse cada vez mejor para recibir la Sagrada Eucaristía. Imitar a Cristo en el servicio desinteresado y amar hasta el extremo (incluso a los que parece no vale la pena amar). Visitar con más frecuencia el sagrario, aunque sea un tiempo pequeño. Orar por las vocaciones al sacerdocio. Tener en claro que Jesús está en la Eucaristía, acompaña y espera tu confianza.

P. Arnaldo Alvarado

Docente de Filosofía SSJ-IESPPSJ

viernes, 26 de febrero de 2021

La fraternidad

 


Fotos: Loyola and news

Han oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo les digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil” tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehena” del fuego.

Esta manera de enseñar de Jesús es con autoridad. Jesús da plenitud y cumplimento a todas las enseñanzas del antiguo testamento. Pero hay una clara novedad. Ahora las cosas se hacen a imitación de quién nos precedió en amar y nos dio ejemplo.

Hay momentos de la vida en que necesitamos una briza refrescante en medio de momentos calientes. El Señor es el remanso de paz que necesitamos. En efecto, Jesús nos invita a ensanchar nuestra forma de ver, pensar y tratar a los demás.

Lo establecido, las normas, las costumbres no es suficiente. La fraternidad humana tiene una base que está en el parentesco, la cristiana se fundamenta en el bautismo y la universal en que somos personas y con la misma dignidad.

Siendo parte de la misma familia somos diferentes en talentos, cualidades, bondades y también los errores. Nadie está predeterminado. La libertad nos hace romper con todos los lazos para crecer en fraternidad.

¿Qué actitudes puedo asumir para fomentar la fraternidad? El papa Francisco recomienda el diálogo: “Acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto, todo eso se resume en el verbo “dialogar”” (Fratelli tutti, 198).

¿Cómo reaccionas cuando en tu familia, tus propios hermanos hay incomprensiones, palabras hirientes, hechos que te hacen sufrir, malos entendidos? Es bueno aceptar que eso puede pasar también. Pero que debe ser corregido. Es el momento de ayudarse.  Se trata de alejarse de la tentación de matar con la palabra, la mirada, el pensamiento y el corazón.

¿Te comprometes a vivir la fraternidad auténtica? Recuerda “Los hermanos ayudados por sus hermanos son como una ciudad amurallada quién la podrá destruir”  

P. Arnaldo Alvarado

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