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jueves, 9 de abril de 2020

Triduo pascual. Jueves santo: Darse y quedarse

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Tomen y coman esto es mi cuerpo
En este día del jueves santo Jesús instituye en la última Cena la Eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento nuevo de la caridad. Desde ese momento nunca ha dejado de estar presente en la Eucaristía en todas las misas y sagrarios del mundo.
Así el Señor ha querido darse con anticipación a su pasión y muerte y quedarse para siempre. Sólo el amor ardiente, sin medida y hasta el extremo es capaz de esto. La Eucaristía hace la Iglesia. Recibida con fe es medicina en nuestras fragilidades.
Esta misa tiene lugar entre las 5 y 8pm del Jueves Santo. De esta manera se da inicio el triduo pascual: pasión y muerte, sepultura y resurrección del Señor. En la Última Cena el Señor se reúne con sus discípulos para celebrar la Pascua.
Esta celebración significaba para los judíos la conmemoración de la liberación de la esclavitud de Egipto. Había unas formas establecidas para celebrarla. En este sentido siguiendo la costumbre judía, Pedro y Juan, realizan las disposiciones de Jesús y cuidaron que todo estuviera correctamente dispuesto para la cena.
Jesús confiere a los apóstoles la potestad celebrar la Eucaristía. Así Jesús allí mismo instituye el sacerdocio y la Eucaristía, convierte a sus apóstoles en sacerdotes y obispos.
La Eucaristía es el centro de nuestra vida espiritual, sabemos que Jesús está real y verdaderamente presente con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad bajo las especies del pan y del vino. Él mismo dijo: este es mi cuerpo…, esta es mi sangre…, hagan esto en memoria mía. El Señor nos acompaña en nuestro caminar fatigoso, incierto a veces, pero con esperanza.
El gesto del lavatorio de los pies por parte de Jesús a los apóstoles instaura un nuevo vínculo: la caridad. Quiere decir que el Maestro se hace servidor dejando muy en claro a sus discípulos, sea de la condición que sea, que ese es su identidad: el servicio. A los cristianos nos corresponde esto ser servidores.
¿Qué compromisos puedes fijar del jueves santo? Asistir con mayor disposición a la Santa Misa. Prepararse cada vez mejor para recibir la Sagrada Eucaristía. Imitar a Cristo en el servicio desinteresado y amar hasta el extremo (incluso a los que parece no vale la pena amar). Visitar con más frecuencia el sagrario, aunque sea un tiempo pequeño. Orar por las vocaciones al sacerdocio. Tener en claro que Jesús está en la Eucaristía, acompaña y espera tu confianza.
P. Arnaldo Alvarado
Docente de Filosofía SSJ-IESPPSJ

miércoles, 8 de abril de 2020

3 tips para época de crisis y la pandemia


La union hace la fuerza - Pr. Carlos Pérez Doldan - YouTube

La unión hace la fuerza

Estos días vivimos situaciones jamás imaginadas por las generaciones más jóvenes. Pensábamos que teníamos la historia en nuestras manos. Es más, creíamos que ya teníamos comprado el futuro. Pero resulta que no. ¿Cómo podemos asumir todo lo que genera esta pandemia?

En primer lugar estar juntos, unidos como familia y sociedad. Habrá que ejercer más la inteligencia, la fuerza de voluntad optimista y mucha oración.  Lo peor que nos puede suceder es el pánico, el miedo y la desconfianza. En tiempos de crisis sale del corazón humano lo más noble (obras caritativas) como también lo más bajo (aprovecharse de la ocasión). Se trata de apoyarse unos a otros con desinterés.

Como segundo punto agradecer lo poco que se pueda tener y compartir incluso lo que puede parecer que faltará. Es tiempo de vivir la caridad mediante las obras de misericordia; entre otras, dar de comer, dar de beber, consolar, rezar por los difuntos, etc. Eso sí no te quejes.

En tercer lugar mira con esperanza el presente y el mañana. Saca lecciones de la vida. Reflexiona y corrige modos de pensar, hacer, imaginar; no basta que ores, has penitencia y muestra tu decidido cambio de conducta.

Jesús nos enseña en este día -con sus hechos y palabras- lo importante de estar unidos en las dificultades que ya se tiene, en las durezas que pueden venir y sobre todo en la confianza en Dios Padre providente que no abandona a sus hijos.

¿Te animas a orar con fe el Padre Nuestro para que no nos falte la Eucaristía -sustento espiritual- y el pan de cada día?



martes, 7 de abril de 2020

Miércoles Santo: El perdón. La cena, gesto de estar juntos


Quinta-feira santa – ZENIT – Portugues
Foto: Zenit
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas


En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: ¿Qué están dispuestos a darme, si les entrego a Él? Ellos se ajustaron con él en treinta monedas (Mt 26, 14-25).

Judas Iscariote, uno de los amigos de Jesús, así tramó la traición. El cambio fue por una miseria. Las traiciones e infidelidades siguen esa lógica. Se vende lo más preciado por nada. Parece que se hace lo mejor con ese proceder, pero sólo queda el vacío, la angustia, la desesperación y la nada.

¿Cómo encontrar salida de ese drama? Con la valentía de la aceptación, arrepentimiento, perdón y acudir a la misericordia de Dios que se nos da en la confesión.  Judas y Pedro traicionaron a su Maestro. Pero tuvieron finales distintos. Que tus pecados y errores te acerquen a la misericordia divina.

En este miércoles santo nos ubicamos en vísperas del triduo pascual. Tres días que ocupan el lugar central de la semana santa o pascua: viernes y sábado santo y domingo de resurrección.

La pascua era la fiesta más importante del pueblo de Israel. En esta fecha se hacía memoria de la liberación de Israel de la esclavitud por la mano prodigiosa de Dios. Durante la pascua se sacrificaba en el templo un cordero y luego tenía que consumirse en la familia. El mayor de todos hacía recordar los prodigios de Dios con su pueblo.

Jesús envió a sus discípulos a preparar la cena. Será la última cena y allí adelantará su pasión y muerte. Así como el cordero se sacrificaba y era comido, así también Cristo es el cordero que quita el pecado del mundo y en la Eucaristía se nos da como alimento.

¿Te animas a orar con fe el Padre Nuestro para que no nos falte la Eucaristía y el pan de cada día?



lunes, 6 de abril de 2020

Misa Crismal: aceite sobre las heridas


The Chrism Mass and Sacramental Oils Explained | Catholic ...
Foto: Printerest


La misa crismal o estacional es aquella que celebra el obispo con todos los sacerdotes de la respectiva jurisdicción eclesiástica en el marco de la semana santa. Está previsto que sea el jueves santo por la mañana, pero por circunstancias geográficas puede trasladarse a otro día.

En esta celebración se consagra los Óleos: de catecúmenos, crisma y de los enfermos. Dichos ungüentos sagrados se usan para los sacramentos del bautismo, confirmación u orden sagrado (diácono, presbítero y obispo) y unción de los enfermos.

Entonces es el obispo es quien preside la ceremonia acompañado con los sacerdotes de todas las parroquias que pertenecen a su diócesis y los religiosos de la localidad, además de todo el pueblo de Dios en ese el lugar. Todos ellos representan la comunión, unidad y fraternidad de la Iglesia.

La celebración Crismal resalta el sacerdocio ministerial. De los sacerdotes depende en gran parte la vida sobrenatural de los fieles; solamente ellos pueden hacer presente a Jesucristo sobre el altar convirtiendo el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo y perdonar los pecados.

Aunque éstas sean las dos funciones principales del ministerio sacerdotal, su misión no se agota ahí: administra también los demás sacramentos, predica la palabra divina, dirige espiritualmente, preside en la caridad, etc. En definitiva, la esencia del sacerdocio es estar ante el Señor en su presencia (oración) y el servicio (palabra, sacramentos, caridad).

Durante el desarrollo de la misa, después del evangelio y la homilía, el obispo invita a sus sacerdotes a renovar las promesas ministeriales, prometiendo unión y fidelidad a Cristo, celebrar el santo sacrifico en Su nombre y enseñar a los fieles el camino de la salvación. Cada sacerdote renueva el sí dado en el día de su consagración.

También se hace alusión a sacerdocio común de todos los fieles, ya que participan del sacerdocio de Cristo por el bautismo y de la misión única de la Iglesia. Todos están llamados a la santidad. Todos deben buscar la gloria de Dios y trabajar en la evangelización, dando con su vida testimonio de la fe que profesan.


Martes santo: fragilidad y promesa

La negación de San Pedro. Carl Heinrich Bloch
Foto: Arguments
“Uno de ustedes me va a entregar” - “Yo daré mi vida por ti”

Hoy martes santo corresponde según el evangelio de la misa el anuncio que Jesús hace a sus discípulos de los hechos que vendrán, esto es, será entregado, traicionado por uno de los suyos, sufrirá la pasión y glorificación.

Todo en el contexto de la amistad y confianza. Como si aquello que siendo Dios conoce lo más profundo del corazón humano y confía a sus amigos esa tristeza. De esta manera predice los últimos acontecimientos en su vida.

Los apóstoles no pueden escuchar semejante tragedia. Pedro toma la iniciativa y expresa su promesa de dar la vida por su Maestro. Jesús echa en cara la fragilidad del pescador de Galilea e incluso profetiza la negación.

Mientras que Judas el traidor ya no está con los demás. El demonio se ha metido en él. Ha entrado en la noche de su vida y comienza a consumar la traición de su Señor. Jesús ha agotado todos los medios para que el traidor cambie en su corazón pero la ceguera del amigo ha sido intensa.


Seguramente puedes notar tu fragilidad y puntos débiles que te llevan al pecado o a la caída de lo mismo. ¿Qué hacer? Dios siempre espera la humildad de tu parte y el arrepentimiento junto al signo de cambio. No te desesperes porque estarás en la noche oscura de tu vida. Acude y confía en el Señor que te asista en la hora de la prueba. 


Lunes santo: la cena y el perfume


Santo de hoy - Marta de Betania, Santa Hemana de Lázaro y María ...
Foto: Parroquia Nuestra Sra. de la salud

Hoy es lunes santo. El texto que tenemos en la santa Misa es aquel pasaje de Juan 12, 1-11, cuarto evangelista, donde se relata la visita de Jesús a sus amigos de Betania: María, Marta y Lázaro. Esto ocurre seis días antes de celebrar la Pascua.

Jesús siempre que pasaba a Jerusalén tenía el hábito de quedarse en Betania. Allí los amigos le recibían con agrado. En aquella casa sencilla, pobre lo que sobraba era el cariño de parte del huésped y de los anfitriones. Eran todos sencillos y generosos.

Volviendo al pasaje. Dice el texto que Jesús se sentó a la mesa para la cena y María ungió al maestro con un perfume muy caro. El costo del frasco era casi el pago de un año de trabajo de un obrero agrícola. La cena. Jesús está cansado y se sienta a la mesa. Necesita reponer energías. El perfume con que ha sido ungido inunda con su aroma toda la casa y seguramente todo el barrio, puesto que era muy bueno.

¿Qué podemos aprender de este pasaje bíblico? El valor de la amistad. Primero querer, para ser buenos amigos puede faltar de todo, pero lo que debe sobrar es querer el bien y decir la verdad al amigo. Segundo compartir, siempre tenemos gozos y dificultades; algunas veces más grandes otras pequeñas, pero lo mejor es compartirlas, poner juntos el hombro y todo se hace más llevadero. Tercero confiar, en la amistad hay confianza. Jesús confía a sus amigos lo que tiene que padecer y también dice la verdad al amigo -Judas- tratando de sacarle del error.  

En estos días de la semana santa y con la circunstancia que nos rodea hagamos que la amistad con Dios, con la familia, colegas, vecinos y amigos sea más intensa sobre la base del bien y la verdad. Demos una mano a quién más necesita. ¿Te propones ayudar a alguien a llevar sus penurias?

Buen inicio de semana santa.

domingo, 5 de abril de 2020

Domingo de Ramos y de la pasión del Señor. Reflexiones T-A


La imagen puede contener: planta, noche y exterior, texto que dice "DOMINGO DE RAMOS"
“Bendito el que viene en nombre del Señor”

Ya estamos inmersos en la semana santa. Con este día del domingo de Ramos y de la pasión del Señor se inicia la gran semana del año cristiano. Este día conmemora y actualiza la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y el anuncio de su pasión y muerte. ¿Valoras la pasión y muerte del Señor que todo lo ha hecho por ti y por todos?

En efecto, la celebración litúrgica de hoy tiene dos grandes partes. En la primera se conmemora Jesús sube de Galilea a Jerusalén. Él es bien recibido por la multitud de peregrinos.  De allí que bendecimos los ramos. Y en la segunda parte de la misa de hoy se lee el relato de la pasión y muerte del Señor según san Mateo 26, 14-27,66.

En la lectura bíblica se destacan los hechos y dichos de Jesús y quienes le acompañaron en sus últimas horas como acontecimiento de salvación por todos. Por su muerte nos liberó. Ahora nos toca acoger y hacer que todo el amor de Dios rinda sus frutos en nuestra vida. Ante el misterio del mal, el dolor, la enfermedad y la traición la pasión de Cristo es la mejor respuesta. 

Hay que notar que los ritos y palabras de la liturgia expresan lo más profundo del acontecimiento. Así como Jesús subió a Jerusalén para celebrar la pascua cuya meta es la cruz. Allí va con prontitud. También nosotros emprendamos un camino interior. Jesús se dirige al templo que es el signo de la presencia de Dios.

Nada ni nadie puede contener a Dios, pero lo importante es que Él se nos da. En realidad, el lugar definitivo de la presencia de Dios está en el corazón humano, lugar de contacto entre Dios y el hombre. Para acceder a esa sala hay que pasar por la puerta cuyas llaves son la humildad, la fe y la apertura.

Un detalle. Jesús al llegar al templo encuentra a los cambistas y vendedores de palomas. Dado que en el templo no podía existir monedas puesto que llevaba la imagen del César, contrapuesto al templo, y por tanto se incurría en idolatría. Únicamente podía hacerse ese tipo de intercambio. No se puede juntar a Dios con la mentalidad pagana.

Toda esa actividad debía hacerse en el atrio de los gentiles (también llamados paganos, esto es, aquellos que no tienen la fe y no conocen más que la razón). Aunque los paganos no entraban sí podían unirse a la oración en el atrio de la fe. Esto nos indica que Dios siempre espera su búsqueda, oración e invocación. Jesús defiende el orden verdadero.

¿Nuestra fe es suficientemente pura, abierta, acogedora y coherente para que los demás puedan ver el orden divino? Entonces Jesús instaura el verdadero culto “en espíritu y verdad”. Adorar con aquél que es la verdad. Atención que hayamos convertido nuestro corazón en “cueva de bandidos”. Es hora de acudir a la bondad sanadora de Jesús, puesto que Él tiene la vocación de curar, servir. La bondad sana.

En este día has el propósito de iniciar ya tu camino interior para celebrar la pascua con Jesús. Lee, medita y comparte las escrituras (evangelios) en sus últimos capítulos. Seguramente estás orando, pero no es suficiente. Has el compromiso de cambiar ya en algo y sólo así haces una verdadera pascua (paso, cambio, conversión). Las circunstancias son distintas, pero la intensidad tiene que ser generosa, recogida, decidida y propositiva.

Una grandiosa semana santa en familia. Celébralo esta vez desde casa.

Inspirado en las homilías del Papa Benedicto XVI 2008 y 2011.

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