Hoy 2 de octubre es la
festividad de los ángeles custodios. Ellos son seres espirituales que Dios ha
dado a cada uno para protegernos en el camino de todo lo bueno y especialmente
hacia el cielo. Es tu protector, trátalo.
Quisiera dedicar este espacio
para hacer memoria y gratitud por dos eventos importantes. El primero, la
fundación del Opus Dei, que tuvo lugar en Madrid el 2 de octubre 1928. Dios
hizo ver a san Josemaría un camino de santificación y un mensaje bautismal de
la llamada universal a la santidad. Enseñanza “tan antiguo y nuevo como el
Evangelio”. Cada uno puede tejer su santidad dónde Dios le ha puesto.
En segundo lugar, a nivel local,
este día 2 de octubre cumplimos un aniversario del inicio de nuestra familia
eclesial. Monseñor Ignacio de Orbegozo y cinco sacerdotes venidos desde España
llegaron a Yauyos un día como hoy. Allí asumieron la responsabilidad de atender
a todos los pueblos de las provincias de Yauyos y Huarochirí. Posteriormente en
el año 1963 se añadirá Cañete.
¿Cómo así D. Ignacio y los
primeros sacerdotes llegan a dar su vida en los andes peruanos? Fue por deseo
del Papa Pío XII en 1957 quién propuso, mediante su secretario, a san Josemaría
Escrivá de Balaguer se encargaran de un territorio para las misiones en el
Perú. Siendo varios los lugares para atender eligió lo que nadie quiso: Yauyos.
Desde ese momento el fundador del Opus Dei siguió con oraciones, sacrificios y
detalles concretos de cariño al Prelado, sacerdotes y todos nosotros. Por
ejemplo, la Madre del Amor Hermoso fue un regalo de San Josemaría. También él
mismo visitó Cañete el 13 julio de 1974.
Se creó la Prelatura de Yauyos
dado que la jurisdicción eclesiástica de Lima era extensa como territorio. La
complejidad geográfica hacía aún más difícil atender los lugares recónditos de
la región. Por ejemplo, uno de los naturales escribe al entonces arzobispo de
Lima: “nuestros niños crecen sin la instrucción de la fe y sacramentos, nos
invaden los errores y confusiones, los ancianos y enfermos no tienen los
auxilios espirituales de los sacramentos, estamos sin misa”. Estas oraciones y
deseos fueron atendidas por el Señor muy generosamente. Hoy tenemos 22 parroquias
atendidos por más de cincuenta sacerdotes.
San Josemaría rezó y se
desveló por nosotros, como también muchas almas generosas que dejaron sus vidas
en este suelo. ¿Reconoces, agradeces y correspondes por los dones recibidos? ¿Te
apoyas en tu ángel de la guarda para llevar las cruces de cada día como medio
de santificación?