Foto: Cofrades
Al
ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y
él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos
salían también demonios, que gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios.» Los increpaba
y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías (Cfr. Lucas 4,38-44).
Lucas
en este pasaje de su evangelio nos narra cómo era un día de Nuestro Señor.
Jesús se muestra como un judío piadoso, realiza su misión curando enfermos y
liberando endemoniados, se retira a un lugar aparte para orar y está empeñado
en buscar otras ovejas que no tienen pastor.
Quisiera
ahora fijarme en la existencia de los demonios. Precisamente la misión de Jesús
fue liberarnos de las ataduras del diablo. ¿Quién es el diablo? El diablo
existe. Toda la Escritura habla de su existencia y tentaciones. Es una criatura
espiritual dotado de inteligencia y voluntad superior al hombre. Dios los creó
buenos, pero a sí mismo se hicieron malos y fueron condenados al infierno (Cfr.
CEC 391-395). Tientan a los hombres para apartarlos del camino del bien,
invitando a rebelarse contra Dios y llevarlos al infierno, donde no está Dios y
no hay amor.
El
diablo, en el inicio del tiempo, la soberbia y el egoísmo los llevó rechazar la
obediencia a Dios. Como seres sólo espirituales ya no pueden cambiar una vez dada
su decisión, es irrevocable.
¿Cómo
vencerlos?
1. Primero saber que existen y nos tientan
2. Con la oración y vigilancia
3. Amor a la verdad y la vida
4. La humildad: para huir de las tentaciones y no dialogar con
el demonio
5. Deporte, trabajo y estudio con afán de servir
6. Amor a la Virgen María, Madre de Dios y madre nuestra
7. Sacrificio y generosidad
8. No acudas a lugares, grupos, juegos, músicas, páginas diabólicas
Pero
recuerda: el demonio es una criatura, trabaja mucho para meternos en su orgullo,
egoísmo y de esta manera llevarnos al infierno. Así nos aparta del amor,
obediencia y unión con Dios y los demás. Cuando sientes la tentación ¿oras y
acudes a Dios confiadamente? ¿Te apartas de las tentaciones?
P.
Arnaldo Alvarado
Septiembre
2019
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