Foto: Delegación de catequesis
Lectura
del santo evangelio según san Lucas (9,1-6). “En aquel tiempo, Jesús convocó a
los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar
enfermedades…”
El
evangelista Lucas nos presenta la conciencia de Jesús: enseñar la buena nueva,
dar a conocer el amor de Dios Padre, el plan de salvación y las distintas
liberaciones hacia los que se acercan con fe. ¿Pero Jesús cómo continuaría las
obras salvadoras a lo largo del tiempo? ¿Cómo llegaría hasta nosotros -a ti y a
mí en este día- todo lo que Dios quiere, hizo y hace por nuestra salvación?
El
Señor busca colaboradores. Para ello elije a doce y los llama apóstoles. Son
ellos quienes reciben toda la potestad y autoridad para realizar lo que Cristo
quiere hacer en todos los tiempos.
Las
características del apóstol son: elegidos, convocados para ser instruidos,
testigos y enviados. De allí que la Iglesia tenga una nota esencial: es
apostólica. La iglesia está fundada sobre la columna de los doce apóstoles
cuyos sucesores son el Papa (Pedro) y los obispos (demás Apóstoles). La misma
fe de los apóstoles los recibimos nosotros y lo recibirán las futuras
generaciones. Los apóstoles cumplieron la misión. La iglesia nació en Judea y
de allí se extendió a todo el mundo. Todas las iglesias están vinculadas a los
apóstoles.
Tú
también por el bautismo participas de ese llamado y misión de parte del Señor
en la vocación que Dios te ha dado. Perseverar es de amantes, ama tu fe
católica. Recuerda entonces que eres apóstol. Como tal tienes la misión de dar
testimonio de lo que crees y razón de tus esperanzas en la familia, trabajo,
deporte, estudio, amistades, dificultades, sufrimientos y alegrías.
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