Foto: MediaLab-UNMSM
“Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados y les
aliviaré” (Mt 11, 28-31). Con estas palabras el Señor nos pone en nuestra
realidad que como seres humanos estamos propensos al desgaste físico, moral, espiritual.
¿Cuál es tu situación?
En efecto la sociedad nuestra y, por tanto, nosotros mismos,
se caracteriza por ser una sociedad del cansancio, la soledad, la auto
explotación. ¿Quién no ha sentido alguna vez tristeza, soledad y agotamiento?
¿Acaso en algún momento no has pensado en tirar la toalla y rendirte? Pues esas
actitudes reclaman una seria atención a lo que vives.
Este diagnóstico se debe al exceso de consumo, desorden,
superficialidad y egoísmo. En realidad, la causa de todo parece ser la autorreferencialidad
y olvido de los demás; empezando desde casa.
Piensas que nadie puede ayudarte. Te encuentras solamente tu
en la lucha. Esto sería hacer girar todo a nuestro alrededor. Las cosas serían
distintas si comenzaras a ser más más sencillo, humilde y poner una jerarquía
de valores e intereses en tu vida.
Por otro lado, el día de hoy es la fiesta de la Madre de
Dios en su advocación Nuestra Señora del Carmen. Desde aquí saludamos a toda la
familia carmelitana. La Virgen del Carmen es patrona de muchos lugares.
Recuerda: cuánto bien nos hace saber que no estamos solos. María es nuestra
Madre también. Acude hacia ella con confianza.
Ya es hora de conocerla, tratarla con cariño porque ella te
lleva a Dios y estar más unido a tu familia. Además, puedes llevar algunos
detalles como el santo escapulario, que es una prenda cuyo signo es de
protección y compañía de nuestra madre. Eso sí llévalo con dignidad y recuerda
donde está el hijo está la Madre.
¿Te comprometes a dejar el cansancio, la soledad y los agobios
con la ayuda del Señor y la valentía de poner orden en tu vida?
Buena jornada para todos.
P. Arnaldo Alvarado
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