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jueves, 10 de junio de 2021

Tesoros en vasijas de barro

 


Foto: InfoCatólica

JORNADA DE ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES

Recuerdo con gran emoción un suceso, en mi vida personal, apenas ordenado sacerdote. Me encomendaron la atención pastoral de un pueblo pequeño de la periferia. De esos que no aparecen en los medios y las redes sociales pero que sí los debería porque allí azota la drogadicción, las violencias familiares, delincuencias. Generalmente sufren en silencio.

Un día pactamos con los chicos del barrio para jugar un partido de  football. El desafío del partido fue sorprendente porque no esperaban semejante reto. Al bajar de la mototaxi -medio de transporte- con los implementos deportivos nadie se acercó a saludarme como habitualmente lo hacían. Lo que pasaba es que ellos jamás imaginaban que el sacerdote vendría deportivo y era difícil reconocerlo. En efecto antes no había ocurrido una cosa así porque no había atención sacerdotal allí.

El sacerdote se dedica especialmente a las cosas de Dios: sacramentos, evangelio y caridad. Pero también se dedica a las cosas humanas sanas: música, deporte, excursión, etc. Y trabaja también en el lado humano de la gente. Trata de elevar el nivel de calidad de vida en todos los aspectos.

Ese trabajo es fatigoso pero muy esperanzador. Hay un detalle para tomar conciencia; y, es que el sacerdote pertenece a su tiempo en que vive, con este motivo, la Iglesia dedica este día del Sagrado Corazón de Jesús especialmente para rezar por sus sacerdotes.

Los sacerdotes son hombres elegidos de entre los hombres puestos al servicio de sus hermanos. Llevan tesoros divinos en vasijas de barro. Esas manos son frágiles como la de los demás. De allí que tenemos que apoyar a nuestros sacerdotes. Sostener a un sacerdote con la oración es sostener a miles de personas. Es ganancia para todos.

Veamos lo que significa el sacerdote: “Si tuviera que ver a un Ángel del Paraíso y a un Sacerdote, antes doblaría mi rodilla ante el Sacerdote, luego ante el Ángel” (san Francisco de Asís) ¿Por qué?  El sacerdote hace las cosas en nombre de Dios. Es humano y tiene la misma naturaleza humana de todos y le afectan las enfermedades, el cansancio y el pecado como a cualquier otro ser humano.

Generalmente pedimos al sacerdote que rece por tantos asuntos pero nos olvidamos que también ellos necesitan nuestras oraciones y sacrificios. Qué bueno es rezar por el sacerdote y ayudarle de distintas formas especialmente con la corrección fraterna, el testimonio de la fe, pues él también necesita ver y sentir la misma fe.

Recemos y hagamos rezar por nuestros sacerdotes: ¡Danos Señor sacerdotes santos!.

 

P. Arnaldo Alvarado

SSJ-IESPPSJ

miércoles, 2 de junio de 2021

Tú decides, vota bien

 



Foto: Meganoticias

Los peruanos el día 6 de junio del presente año tendremos que elegir a quien nos gobierne en el período establecido. Es necesario recordar que el voto del ciudadano es fundamental en la toma de decisiones para el futuro del país. El tema es serio. Aquí algunos criterios que busca dar luces para elegir bien.

1. Vota a conciencia. Como ciudadano tienes obligación de votar. Al elegir a quien gobernará le estás delegando poderes. Además, recuerda que emites tu aprobación a quien hace candidatura y al partido. La persona lleva detrás ideas y propuestas de un partido. No va de modo individual. Vota considerando en el bien tuyo, tu familia y la ciudadanía.

2. Libre y responsable. Vota en base a la verdad y el bien que es la clave de la libertad. La emoción, rabia, decepción, ira y resentimiento pueden desviar tu buena intención. De allí la necesidad de tener ideas claras sobre las propuestas. Estar bien informado y hacer una buena elección. Considera la objetividad y el plan. No se puede proceder con duda y dejar a la improvisación en la dirección del país.

3. Considera los valores. Hay valores que son innegociables para una decisión. Asegúrate que se tenga garantizado: las libertades, la dignidad de la persona, la vida, la familia, las instituciones, respeto a la propiedad, el respeto al derecho y la constitucionalidad, democracia, estabilidad y orden social.

4. Se coherente. Reafirma los grandes valores éticos, morales y religiosos que sustentan nuestra nación. El Perú cuenta más allá del bicentenario. Estas cualidades dan soporte a nuestro país, a la riqueza espiritual, cultural y solidaridad de nuestra gente. Si eres creyente y cristiano aquí se manifiesta lo que realmente valoras: “Si Dios no existe, todo está permitido” (Dostoyevski). La fe tiene también un impacto social y es para ponerla en práctica.

5. Se patriota. Rechaza toda forma de propuestas del comunismo, marxismo y terrorismo que atenta a la dignidad de la persona y su entorno. Esto genera el caos, atropellos, violencias, luchas de clases, privaciones. En la historia se ha demostrado que esta forma de gobernar -socialismo o populismo radical- no ha funcionado.

6. Razona y emplea la buena educación. En los diálogos y debates que prime la verdad. Invoca al respeto. Rechaza el miedo, la amenaza, la violencia y el temor. Estos métodos son infrahumanos y pueden hacerte perder la lucidez para tu decisión. Lo que tú decidas llevará como consecuencia para todos. Actúa con valentía.  Hay que saber ganar y perder.

P. Arnaldo Alvarado

 

 

 

Inspirado en:

Pontificio Consejo Justicia y paz, Compendio de la doctrina social de la Iglesia

Comunicado de los Obispos del Perú, 25 mayo 2021.

Aristóteles, Ética a Nicómaco y La Política.

sábado, 29 de mayo de 2021

Hoy encontré a Dios en la calle

 



El día de hoy me ha sucedido algo particular. Veamos. Mientras yo volvía a casa de la zona céntrica de la ciudad de san Vicente de Cañete, a pocos metros de la plaza de armas, me encontré con un padre de familia. Le saludé a la distancia y mi interlocutor manifestó ciertas interrogantes que resolver.

Me detuve. Lo atendí allí en la vereda, en el bullicio del tráfico. Resulta que este hombre sufría las consecuencias de la pandemia. Procedía de una zona interna del país. Encontrándose en una situación precaria y sin futuro resolvió venirse a Cañete en un camión que transportaba productos agrícolas. Llegó sin saber dónde caer ni quién lo acoja. Ahora vive entre plásticos y choza con sus cuatro hijos y esposa.

Pienso que la pobreza ya no está en un espacio mapeado. No. Hay más pobreza todavía en ciudades desarrolladas. En el anonimato del existir de la masa. Allí dónde a nadie le interesa lo que te pasa sino únicamente para sacar alguna utilidad en el peor de los casos.

Volvamos al hecho de la narración. Por lo que conversé en esos pocos minutos con aquel papá percibí que era un hombre de fe. Dispuesto a jugarse el todo por mantener a su familia unida y en armonía con Dios. Realmente una persona que ha pasado por cosas muy duras. Me sorprendió su valor y fe.

Me comentó que pasaría a rezar por la catedral y luego este padre de familia de cuatro hijos pequeños acudiría al mercado para buscar donaciones de comidas. Tenía reparos y me dijo quizá las personas no le ayudarían. Aquí viene la cuestión.

Dije inmediatamente ¿Cómo es que Dios me presenta a una persona tan necesitada y que estoy en capacidad de ayudarlo? ¿Cómo así que esta persona tan buena y con grandes deseos de amar a su familia hasta el extremo encuentra la persona que puede darle una ayuda solidaria?

Aclaro. Tengo un equipo humano y estamos en capacidad de ayudar. Esta iniciativa surgió precisamente desde que inició la pandemia en el Perú.  Lo que hemos hecho es armar bolsas de alimentos con un grupo de familias para seis miembros y para una semana. Plan diseñado para un plan de emergencia. Lo razonable para subsistir. Hasta el momento hemos ayudado a más de 50 familias en situación muy precaria.

Aún me sigo preguntando ¿Por qué Dios me puso a esta persona en mi camino? Si éramos tantos transeúntes ¿Por qué a mí? De lo que estoy convencido es que Dios cuida y defiende a los pobres. Jamás deja de prestar oído a sus súplicas. Si una persona es buena jamás será olvidada.

¿Valoras que tu riqueza está en la fe y confianza en Dios? Como este padre de familia que se la jugaba todo por sus hijos ¿Estás dispuesto a valorar a las personas antes que las cosas materiales? ¿Identificas y te comprometes con lo que puedas en ser caritativo?

Cañete, 29 de mayo 2021

P. Arnaldo Alvarado

 


sábado, 22 de mayo de 2021

¿Quién es el Espíritu Santo? ¿Cuál es la misión del Espíritu Santo?

 


Foto: Arquidiócesis de Santa Cruz

Estamos ya para concluir este tiempo pascual. Jesús nos prometió enviar el Espíritu Santo.

¿Quién es el Espíritu Santo? Es la tercera persona de la Santísima Trinidad. Procede del amor del Padre y del Hijo. Es Dios. Tiene como misión la santificación, es decir, la actualización y dispensación de todos los medios que nos hacen falta para ser más amigos de Dios y buenas personas.

Este domingo celebraremos la fiesta de Pentecostés. Esto es, que a los cincuenta días de Jesús resucitado viene el Espíritu Santo sobre los Apóstoles y María santísima. En definitiva, viene sobre la Iglesia y la humanidad.

¿Cuál es la misión del Espíritu Santo? Es guiar y acompañar a toda la iglesia, a todo cristiano y personas de buena voluntad.

¿Cómo se nota esa presencia? Cuando deseas orar, hacer una obra buena, buen pensamiento, buena iniciativa, quieres mejorar en tu trabajo y familia, deseas una orientación, amas la verdad y la justicia. Escúchalo.

Ahora, al menos en el Perú, dejémonos guiar por el Espíritu divino especialmente en la responsabilidad que tenemos para elegir a quién nos gobernará. Tenemos que apostar para defender el bien de todos, la vida, la libertad, la paz, el respeto a las instituciones, la familia. ¡No a la violencia, amenazas y falsas promesas que no se cumplirán! Está en juego el país. Tenemos que pensar en los que vienen.

El Espíritu Santo es llamado también abogado, consolador, huésped. Tratémoslo con confianza. Pidamos que ilumine nuestro entendimiento y voluntad. ¿Sabes que tienes un buen acompañante? Invoca al Paráclito cuando vayas a iniciar tus estudios, trabajo, trato en familia, a orar, cuando necesites brindar o recibir un buen consejo.

 


jueves, 8 de abril de 2021

Echar las redes a la derecha

 


Foto: San Pablo Perú

Echar las redes a la derecha

 Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Jesús les dice:

«Muchachos, ¿tienen pescado?».

Ellos contestaron:

«No».

Él les dice:

«Echad la red a la derecha de la barca y encontrarán».

La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Juan (21,1-14) 

Estamos en el viernes dentro de la octava de Pascua. Esto quiere decir que el acontecimiento de la resurrección de Cristo es tan grande que ha cambiado la historia. Cuya celebración se prolonga por ocho días.

El sepulcro vació y las diversas apariciones de Jesús confirman su resurrección. Él vive por siempre ¿Te das cuenta de la presencia de Jesús resucitado en el día a día? Precisamente porque está vivo es capaz de estar junto a nosotros, como sucede en el pasaje de hoy.

¿Quién no ha tenido un mal momento? ¿Cuántas veces notamos que lo que hacemos no da resultado? Veamos la respuesta desde el pasaje bíblico.

En este relato del evangelio Jesús sale al encuentro de sus discípulos que no han tenido éxito en la jornada. Entraron al mar, trabajaron toda la noche y no han pescado nada. Recuerda que Pedro y sus amigos eran expertos en la pesca, pero esa noche nada. Realmente han hecho lo que podían y estaba en sus manos.

Jesús se aparece y les invita a que echen la red a la derecha. Dicen que era tanta la pesca. En efecto, es cierto que de nuestra parte hay que poner los medios para sacar adelante nuestra responsabilidad, la misión, la oportunidad, el reto, aquella dificultad pero también el Señor quiere ser parte en ese empeño. 

Así que si notas en algún momento que has hecho todo lo que estaba en tus manos y algo bueno no fue como esperabas, recuerda que con si perseveras con paciencia, serenidad y confianza saldrá pronto. El Señor siempre nos asiste, pues está vivo ¿Pero ¿cómo lo veo? Con la convicción de su presencia, la seguridad en su promesa, confianza en su compañía. Trátalo en la oración.

En esta pascua de Jesús tengas la buena noticia que Jesús ha resucitado. Se hace parte de nuestras luchas, camino y nos acompaña. Pidamos también a Dios que en estas elecciones generales en el Perú tengamos mucha lucidez para ejercer nuestra responsabilidad a conciencia y buscando el bien común, la paz, la justicia y la vida.

P. Arnaldo Alvarado

viernes, 2 de abril de 2021

El silencio ante la tumba y la esperanza

 



Foto: El español digital

Triduo pascual. Sábado santo: el silencio ante el mal y la esperanza

Descendió al lugar de los muertos

El sábado santo es el segundo día del triduo pascual. Es el tiempo que Cristo yace muerto y sepultado. Está acompañado por sus discípulos y María su Madre. Es el día del gran silencio, duelo, sorprendidos del mal que podemos cometer y padecer. Hoy muchas personas viven el sábado santo al estar junto a la tumba de sus familiares y amigos fallecidos por el COVID-19.

¡Qué duro es perder para esta vida una persona querida! Jesús ha sido el grano de trigo que cayó, murió y dio fruto. En efecto, con la muerte del Señor ha sido posible la salvación universal. Incluso hasta los justos del antiguo testamento (descendió a los infiernos). Él ha muerto por ti, por mí y por todos. Pero el Dios de la fe es amor y libertad ¿Asumes el amor hasta el extremo de Dios y te haces parte de él? ¿Abres tu puerta a quién apostó por ti? ¿Le das la cara o la espalda?

¿Cómo se puede vivir este día con la familia? Es un día de oración, silencio, reflexión, penitencia, consuelo, obra caritativa, asombro por la muerte de un justo e inocente, pero con la fuerza de la esperanza. Es quedarse por un instante frente a la muerte y el mal. Que todos en algún momento lo experimentamos. El mal no puede ser la última palabra, sino que será vencido con la resurrección del Señor de la vida.  

Nos asusta el futuro incierto, la muerte y eso es natural. Pues el sentido de nuestra vida es vivir. En efecto, la muerte ha sido el salario del pecado, pero la muerte también ha sido transformada en Vida eterna por la muerte de Cristo.

La madre y amigos de Jesús apenas se sostenían en pie en este día junto a la tumba de Jesús. Hoy acompañamos a tantas personas y familias que permanecen en pie, con asombro y casi sin fuerzas frente a los signos de la muerte, pérdidas de sus seres queridos afectados por la pandemia, la opresión de las injusticias, el atropello a la dignidad de la persona y su entorno, las violencias y el galope a ciegas de las ideologías que arrasa con todo ser humano sin darle importancia a las consecuencias. Es duro estar como actores y como inocentes en esas situaciones de injusticias.

Recuerda que si algo pasa y no está en nuestros planes hay que encontrar el sentido. De una crisis nunca se sale igual; o se sale peor o mejor. Apostemos salir mejor, para crecer y aprender. Nos toca darle motivos para sacar fuerzas donde parece que ya no hay. Si aún no lo encuentras ten paciencia, perseverancia y buen humor. Sí, siempre hay alguien por y con quién llevar. El mal en cualquiera de sus versiones es pasajero, limitado y corto. Hay esperanza porque hay vida.

P. Arnaldo Alvarado

 

Amó hasta el extremo

 

Foto: Historia National Geographic

Triduo pascual. Viernes Santo: Jesús me amó hasta el extremo

Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado

Hoy es Viernes Santo y se conmemora la pasión, crucifixión y muerte de Cristo en la Cruz. Este es un día de oración, penitencia, ayuno (se puede tomar sólo un alimento fuerte; para personas mayores, niños y convalecientes no obliga) y abstinencia de no comer carne que obliga especialmente a los mayores de edad (18-59 años).

Estar en el lugar de la crucifixión y sepultura de Jesús, tal como relata la sagrada escritura, es algo impresionante. Esa experiencia lo viví hace un tiempito en Jerusalén.  

Qué cambio en la vida de Jesús. El domingo fue acogido como rey y ahora rechazado, calumniado, traicionado. También podemos contarnos en esa muchedumbre que condena y crucifica a Cristo. El Señor con su amor hasta el extremo nos ha hecho renacer y nos ha perdonado. Así como Eva nace del costado dormido de Adán, así la Iglesia, y con ella cada cristiano, nace del costado abierto de Cristo en la cruz.

La liturgia es sobria, profunda y estremecedora. Destaca en ella el signo de duelo por la muerte del Señor y la adoración de la Cruz. En este día la Iglesia ora por todas las necesidades, especialmente por la conversión de quienes voluntariamente se apartan del Amor misericordioso.

Únicamente es el amor el que nos salva. Pero un Amor que se basa en el bien, la verdad y la justicia. Los amoríos esclavizan y envilecen al ser humano. El amor hasta el extremo, “el amigo da la vida por el amigo”. Cristo nos ha salvado por amor con su muerte en la Cruz. Ha muerto por ti, por mí y por todos. Mediante ese sacrificio nos vino la redención. San Pablo con toda razón dice: “Hemos sido comprados a gran precio”. Tu vida vale la sangre de Cristo.

La tarde del Viernes Santo representa el drama inmenso del sufrimiento del inocente, del dolor, la injusticia, el experimentar el mal, en una palabra, el tocar fondo de la vida. Pero ya Alguien que es Amor nos ha precedido en esto. Hay alguien que se ha interesado antes.

Hoy ¿Qué se puede hacer en casa? Con la familia: leer Juan 18, 1-19,42, meditar y ver la Pasión de Cristo (Una sugerencia: Película “La pasión de Cristo” de Mel Gibson), escuchar la pasión según san Mateo de Bach, fundamental el que te conectes a la celebración de la pasión de tu parroquia y rezar el vía crucis. Identifícate con uno de los personajes.

Puedes estar en la cruz del sufrimiento: enfermedad (como la pandemia que azota fuertemente llevándose vidas), el dolor, la injusticia, la traición, la calumnia, el odio, el resentimiento; recuerda que siempre hay personas buenas que te acompañan, como el buen ladrón al lado de Jesús, María la madre de Jesús. No estás en el abandono, en el sin sentido, mira a Cristo y su cruz.

Cristo en la cruz dice: “Tengo sed”. Si tomamos este deseo divino desde un aspecto profundo se puede decir que el Señor tiene sed de nuestra correspondencia al amor, de la fe y de unir nuestras cruces del día a día a su cruz redentora. Entonces vivir con la cruz a cuestas, que aparece y no la has causado, sí tiene sentido. Que rechacemos el pecado y la soberbia con todas nuestras fuerzas.

El cristiano acepta la cruz de cada día con Amor. La cruz llevada con buenas disposiciones es signo de salvación y de esperanza. Cuando te ves en el Calvario ¿Acudes a la compañía de Dios, personas nobles y María la madre de Dios? La cruz no es el fin, sino el medio para la vida si lo llevas por amor y con sentido de redención.

Tocar la piedra y el Sepulcro donde Jesús fue enterrado es algo que te inunda a lo más profundo. Jamás me sentí tan bien como el día que besé la tumba de Jesús. Sí Cristo ha vencido la muerte, el mal, la injusticia y todo lo que ahora no puedes entender. Estos signos de la oscuridad no pueden ser la última palabra. Ya pasará todo y vendrá el día. Persevera y ten esperanza.

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