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viernes, 2 de abril de 2021

El silencio ante la tumba y la esperanza

 



Foto: El español digital

Triduo pascual. Sábado santo: el silencio ante el mal y la esperanza

Descendió al lugar de los muertos

El sábado santo es el segundo día del triduo pascual. Es el tiempo que Cristo yace muerto y sepultado. Está acompañado por sus discípulos y María su Madre. Es el día del gran silencio, duelo, sorprendidos del mal que podemos cometer y padecer. Hoy muchas personas viven el sábado santo al estar junto a la tumba de sus familiares y amigos fallecidos por el COVID-19.

¡Qué duro es perder para esta vida una persona querida! Jesús ha sido el grano de trigo que cayó, murió y dio fruto. En efecto, con la muerte del Señor ha sido posible la salvación universal. Incluso hasta los justos del antiguo testamento (descendió a los infiernos). Él ha muerto por ti, por mí y por todos. Pero el Dios de la fe es amor y libertad ¿Asumes el amor hasta el extremo de Dios y te haces parte de él? ¿Abres tu puerta a quién apostó por ti? ¿Le das la cara o la espalda?

¿Cómo se puede vivir este día con la familia? Es un día de oración, silencio, reflexión, penitencia, consuelo, obra caritativa, asombro por la muerte de un justo e inocente, pero con la fuerza de la esperanza. Es quedarse por un instante frente a la muerte y el mal. Que todos en algún momento lo experimentamos. El mal no puede ser la última palabra, sino que será vencido con la resurrección del Señor de la vida.  

Nos asusta el futuro incierto, la muerte y eso es natural. Pues el sentido de nuestra vida es vivir. En efecto, la muerte ha sido el salario del pecado, pero la muerte también ha sido transformada en Vida eterna por la muerte de Cristo.

La madre y amigos de Jesús apenas se sostenían en pie en este día junto a la tumba de Jesús. Hoy acompañamos a tantas personas y familias que permanecen en pie, con asombro y casi sin fuerzas frente a los signos de la muerte, pérdidas de sus seres queridos afectados por la pandemia, la opresión de las injusticias, el atropello a la dignidad de la persona y su entorno, las violencias y el galope a ciegas de las ideologías que arrasa con todo ser humano sin darle importancia a las consecuencias. Es duro estar como actores y como inocentes en esas situaciones de injusticias.

Recuerda que si algo pasa y no está en nuestros planes hay que encontrar el sentido. De una crisis nunca se sale igual; o se sale peor o mejor. Apostemos salir mejor, para crecer y aprender. Nos toca darle motivos para sacar fuerzas donde parece que ya no hay. Si aún no lo encuentras ten paciencia, perseverancia y buen humor. Sí, siempre hay alguien por y con quién llevar. El mal en cualquiera de sus versiones es pasajero, limitado y corto. Hay esperanza porque hay vida.

P. Arnaldo Alvarado

 

Amó hasta el extremo

 

Foto: Historia National Geographic

Triduo pascual. Viernes Santo: Jesús me amó hasta el extremo

Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado

Hoy es Viernes Santo y se conmemora la pasión, crucifixión y muerte de Cristo en la Cruz. Este es un día de oración, penitencia, ayuno (se puede tomar sólo un alimento fuerte; para personas mayores, niños y convalecientes no obliga) y abstinencia de no comer carne que obliga especialmente a los mayores de edad (18-59 años).

Estar en el lugar de la crucifixión y sepultura de Jesús, tal como relata la sagrada escritura, es algo impresionante. Esa experiencia lo viví hace un tiempito en Jerusalén.  

Qué cambio en la vida de Jesús. El domingo fue acogido como rey y ahora rechazado, calumniado, traicionado. También podemos contarnos en esa muchedumbre que condena y crucifica a Cristo. El Señor con su amor hasta el extremo nos ha hecho renacer y nos ha perdonado. Así como Eva nace del costado dormido de Adán, así la Iglesia, y con ella cada cristiano, nace del costado abierto de Cristo en la cruz.

La liturgia es sobria, profunda y estremecedora. Destaca en ella el signo de duelo por la muerte del Señor y la adoración de la Cruz. En este día la Iglesia ora por todas las necesidades, especialmente por la conversión de quienes voluntariamente se apartan del Amor misericordioso.

Únicamente es el amor el que nos salva. Pero un Amor que se basa en el bien, la verdad y la justicia. Los amoríos esclavizan y envilecen al ser humano. El amor hasta el extremo, “el amigo da la vida por el amigo”. Cristo nos ha salvado por amor con su muerte en la Cruz. Ha muerto por ti, por mí y por todos. Mediante ese sacrificio nos vino la redención. San Pablo con toda razón dice: “Hemos sido comprados a gran precio”. Tu vida vale la sangre de Cristo.

La tarde del Viernes Santo representa el drama inmenso del sufrimiento del inocente, del dolor, la injusticia, el experimentar el mal, en una palabra, el tocar fondo de la vida. Pero ya Alguien que es Amor nos ha precedido en esto. Hay alguien que se ha interesado antes.

Hoy ¿Qué se puede hacer en casa? Con la familia: leer Juan 18, 1-19,42, meditar y ver la Pasión de Cristo (Una sugerencia: Película “La pasión de Cristo” de Mel Gibson), escuchar la pasión según san Mateo de Bach, fundamental el que te conectes a la celebración de la pasión de tu parroquia y rezar el vía crucis. Identifícate con uno de los personajes.

Puedes estar en la cruz del sufrimiento: enfermedad (como la pandemia que azota fuertemente llevándose vidas), el dolor, la injusticia, la traición, la calumnia, el odio, el resentimiento; recuerda que siempre hay personas buenas que te acompañan, como el buen ladrón al lado de Jesús, María la madre de Jesús. No estás en el abandono, en el sin sentido, mira a Cristo y su cruz.

Cristo en la cruz dice: “Tengo sed”. Si tomamos este deseo divino desde un aspecto profundo se puede decir que el Señor tiene sed de nuestra correspondencia al amor, de la fe y de unir nuestras cruces del día a día a su cruz redentora. Entonces vivir con la cruz a cuestas, que aparece y no la has causado, sí tiene sentido. Que rechacemos el pecado y la soberbia con todas nuestras fuerzas.

El cristiano acepta la cruz de cada día con Amor. La cruz llevada con buenas disposiciones es signo de salvación y de esperanza. Cuando te ves en el Calvario ¿Acudes a la compañía de Dios, personas nobles y María la madre de Dios? La cruz no es el fin, sino el medio para la vida si lo llevas por amor y con sentido de redención.

Tocar la piedra y el Sepulcro donde Jesús fue enterrado es algo que te inunda a lo más profundo. Jamás me sentí tan bien como el día que besé la tumba de Jesús. Sí Cristo ha vencido la muerte, el mal, la injusticia y todo lo que ahora no puedes entender. Estos signos de la oscuridad no pueden ser la última palabra. Ya pasará todo y vendrá el día. Persevera y ten esperanza.

jueves, 1 de abril de 2021

Una compañía segura para tiempos inciertos

 


Foto: Pintura de la Escuela Cusqueña

Triduo pascual. Jueves santo: Jesús se queda en la Eucaristía para acompañarnos

Tomen y coman esto es mi cuerpo

Jesús se encuentra en Jerusalén. Está muy decidido a celebrar la pascua. Cuida todos los detalles y ordena que todo sea con diligencia. Llega el momento de la cena y lo hace junto a sus apóstoles, sus amigos y lava los pies de cada uno. Allí les anuncia algo que entristece a todos.  

En este día del jueves santo Jesús instituye en la última Cena la Eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento nuevo de la caridad. Desde ese momento nunca ha dejado de estar presente en la Eucaristía en todas las misas y sagrarios del mundo.

Así el Señor ha querido darse con anticipación a su pasión y muerte y quedarse para siempre. Sólo el amor ardiente y hasta el extremo es capaz de esto. La Eucaristía hace la Iglesia. Recibida con fe es medicina para nuestras fragilidades.

Normalmente la misa de la Última cena en la pasión del Señor tiene lugar entre las 5 y 8pm del Jueves Santo. De esta manera se da inicio el triduo pascual: pasión y muerte, sepultura y resurrección del Señor. En la Última Cena el Señor se reúne con sus discípulos para celebrar la Pascua. Extrañaremos encontrarnos en la Iglesia, pero no. Puesto que abren las iglesias domesticas -hogares- con el ardor de la fe y sí que se permanece unidos incluso en tiempos duros.

Esta celebración significaba para los judíos la conmemoración de la liberación de la esclavitud de Egipto. Había unas formas establecidas para celebrarla. En este sentido siguiendo la costumbre judía, Pedro y Juan, realizan las disposiciones de Jesús y cuidaron que todo estuviera correctamente dispuesto para la cena.

Jesús confiere a los apóstoles la potestad celebrar la Eucaristía. Así Jesús allí mismo instituye el sacerdocio y la Eucaristía, convierte a sus apóstoles en sacerdotes y obispos.

¿Qué significa para mí el Jueves santo? La Eucaristía es el centro de nuestra vida espiritual, sabemos que Jesús está real y verdaderamente presente con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad bajo las especies del pan y del vino. Él mismo dijo: “este es mi cuerpo” “esta es mi sangre, hagan esto en memoria mía”. El Señor nos acompaña en nuestro caminar fatigoso, incierto a veces, pero con esperanza. Es una cercanía real, constante, humilde y con signos. ¿Cómo valoras su presencia?

El gesto del lavatorio de los pies por parte de Jesús a los apóstoles instaura un nuevo vínculo: la caridad. Quiere decir que el Maestro se hace servidor dejando muy en claro a sus discípulos, sea de la condición que sea, que ese es su identidad: el servicio. ¡Qué difícil es ayudar y más todavía ser ayudados! Las escusas no faltan. A los cristianos nos corresponde esto ser servidores y hacerlo por amor a Dios.

¿Qué compromisos puedes fijar el jueves santo? Asistir con mayor disposición a la Santa Misa. Prepararse cada vez mejor para recibir la Sagrada Eucaristía. Imitar a Cristo en el servicio desinteresado y amar hasta el extremo (incluso a los que parece no vale la pena amar). Visitar con más frecuencia el sagrario, aunque sea un tiempo pequeño. Orar por las vocaciones al sacerdocio. Tener en claro que Jesús está en la Eucaristía, acompaña y espera tu confianza.

P. Arnaldo Alvarado

Docente de Filosofía SSJ-IESPPSJ

viernes, 26 de febrero de 2021

La fraternidad

 


Fotos: Loyola and news

Han oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo les digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil” tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehena” del fuego.

Esta manera de enseñar de Jesús es con autoridad. Jesús da plenitud y cumplimento a todas las enseñanzas del antiguo testamento. Pero hay una clara novedad. Ahora las cosas se hacen a imitación de quién nos precedió en amar y nos dio ejemplo.

Hay momentos de la vida en que necesitamos una briza refrescante en medio de momentos calientes. El Señor es el remanso de paz que necesitamos. En efecto, Jesús nos invita a ensanchar nuestra forma de ver, pensar y tratar a los demás.

Lo establecido, las normas, las costumbres no es suficiente. La fraternidad humana tiene una base que está en el parentesco, la cristiana se fundamenta en el bautismo y la universal en que somos personas y con la misma dignidad.

Siendo parte de la misma familia somos diferentes en talentos, cualidades, bondades y también los errores. Nadie está predeterminado. La libertad nos hace romper con todos los lazos para crecer en fraternidad.

¿Qué actitudes puedo asumir para fomentar la fraternidad? El papa Francisco recomienda el diálogo: “Acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto, todo eso se resume en el verbo “dialogar”” (Fratelli tutti, 198).

¿Cómo reaccionas cuando en tu familia, tus propios hermanos hay incomprensiones, palabras hirientes, hechos que te hacen sufrir, malos entendidos? Es bueno aceptar que eso puede pasar también. Pero que debe ser corregido. Es el momento de ayudarse.  Se trata de alejarse de la tentación de matar con la palabra, la mirada, el pensamiento y el corazón.

¿Te comprometes a vivir la fraternidad auténtica? Recuerda “Los hermanos ayudados por sus hermanos son como una ciudad amurallada quién la podrá destruir”  

P. Arnaldo Alvarado

sábado, 20 de febrero de 2021

Libertad y desprendimiento

 


 

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:

«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».

Jesús les dijo:

«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».

Este pasaje del evangelio requiere un esfuerzo para entenderlo. Vamos paso a paso.

Primero, la figura del esposo o novio en el lenguaje bíblico hace referencia a la presencia muy estrecha de Dios con su pueblo.

Segundo, Jesús con sus palabras nos invita a seguirlo con toda libertad. Él es el amigo, hermano, compañero. Lo único que desea es que estés bien, con la alegría de tener un amigo que sí te entiende y valora. Es más, Él es la fuente de la libertad. Si hacemos algo tiene que ser libremente y por amor. Hacer las cosas para Dios y las personas por obligación puede convertirse en algo frío, calculador y demasiado formal. Si quieres amar has los compromisos con amor.

Tercero, el ayuno es la privación del alimento o bienes, siempre que haya condiciones para hacerlo, con toda libertad y con el deseo de desprenderse incluso de lo necesario. Hoy el ayuno que puedes hacer es: moderar el uso de internet, TV, redes sociales, educar el deseo compulsivo de búsqueda de información o seguir desinformaciones, centrarte en los temas de tu responsabilidad, tener el espíritu desprendido de todo aquello que te hace sufrir o haces sufrir a los demás.

¿Te animas a vivir la realidad de cada momento? ¿Sabes que tienes alguien que te acompaña e incluso sin darte cuenta y es Jesús el Señor? En esta cuaresma ¿Cómo te propones vivir el ayuno?

P. Arnaldo Alvarado

martes, 19 de enero de 2021

Educación e historia

 


Foto: Pinterest

Educación e historia. Un caso a estudiar Luis Felipe Alarco (Lima, 1913-2005)

Cuando se diserta sobre educación falta el tiempo para exponer las razones del acierto o fracaso. Basta una mirada exploratoria hacia los resultados de la prueba PISA para continuar con ríos de tinta. Esto implica que la educación es el espacio que mejor refleja el ecosistema de la vida y forma de vivir especialmente de las personas. El pensamiento sapiencial, es decir, aquella mentalidad de analizar mediante causas profundas y asumir actitudes directivas hacia la búsqueda de fines últimos es clave para encontrar más luces en el camino de cómo educar bien.

El Perú no se entiende sin la educación. Me gusta la filosofía y debo decir que desconozco autores y aportes que estudiado en profundidad son trabajos importantes que han quedado en el olvido del tiempo. En efecto, la filosofía en el Perú, por ejemplo, ha tenido relevancia desde los inicios de establecimientos de centros de formación a partir del siglo XVI. ¡Cuánto desconocimiento hay sobre el encuentro de las dos culturas tanto la europea como la oriunda!

Es fácil caer en actitudes partidistas para querer olvidar todos los trabajos desde la época de la conquista y período colonial. Nunca se empieza de cero. La cultura nativa del Perú antiguo tenía mucho que ofrecer. Sin distorsionar la verdad de los hechos me parece más interesante, para analizar una cultura, la perspectiva de la simbiosis. Lógicamente el paso del tiempo implica de por sí continuas mejoras y nuevos aires.

Tal es así que tenemos en el ámbito académico e intelectual peruano grandes aportes que es bueno rescatar. ¡No es justo dormirse en los laureles pensando que solo el hoy, de una década o siglo es lo rescatable! ¡No es justo esa idea! ¡Cuánto se tiene que vitalizar la memoria histórica! He tenido la fortuna de encontrar la obra de Luis Felipe Alarco. Me ha parecido realmente impresionante la lucidez de su pensamiento y aún más podría brindar aportes para entender y hacer que la educación en el Perú, en este caso, cobre nueva esperanza.

Con frecuencia atribuimos los logros y deficiencias de nuestra educación peruana a los docentes, es decir, a quienes se dedican al trabajo educativo como profesión. Es verdad que allí recae también la responsabilidad personal. Pero esa visión es parcial. Hay que abrir el abanico de investigar más a fondo los temas, además con una postura sistémica, integrada, confiada y que comienza por lo concreto.

Volvamos en el discurso a Luis Felipe Alarco. El filósofo peruano en su obra Lecciones de filosofía de la educación (1949, 1960 y 1965), nos abre ventanas para obtener bocanadas de respiro y no desfallecer por la asfixia de las críticas en el intento de mejorar nuestra educación. A continuación, menciono las siete maneras de entender a los educadores y, por tanto, la educación, como aquella que configura el perfil, personalidad y madurez de los educadores.

  1. Hombres cotidianos. Todo ciudadano de la condición, cultura, credo que sea.
  2. Personas anónimas. Aquellos que están detrás de las pantallas, páginas digitales y nos presentan la realidad en imágenes y pueden ser los periodistas, escritores, artistas.
  3. Los profesores. Quienes hacen de la educación una profesión, cuyo núcleo capital de su vida es educar.
  4. Los teóricos de la educación. Los diversos pensadores y gestores del conocimiento, particularmente aquellos dedicados a la investigación. La búsqueda de unidad e integración de los saberes puede ser la clave para el desarrollo y es la tarea pendiente.
  5. Las personalidades de la época. Influyen con su vida; si son buenas fortalecen la tarea educativa, si son malas dificultan. Por naturaleza somos imitadores.
  6. Personalidades de la historia.  Que se rememora en las celebraciones cívicas y religiosas. Es importante que conozcamos quienes nos precedieron y recordemos sus aportes a la sociedad.
  7. Grandes maestros. Particularmente quienes trascienden el tiempo y la cultura. Ellos son Jesús, Buda, Sócrates. Evidentemente cuánto más se considera el valor concedido a la razón y su apertura a lo trascendente del ser humano la ruta maestra trazada es mejor.

Según la lista son los primeros cinco especialmente quienes protagonizan en los resultados de nuestra educación, pero hay que mirar el contexto de ayer y hoy también. Esto significa que si queremos mejorar la educación que se tome en serio cada uno en la situación que esté. No gastemos más tiempo en discusiones, lamentos, desolaciones prolongadas. No se escatime esfuerzos en conocer a fondo, a propósito del bicentenario, los personajes de diversos ámbitos que hicieron el Perú. Convencernos y persuadir son tareas pendientes. La manera de educar cambiará cuando cambie yo y cambies tú. Ellos lo hicieron y podemos seguir sus huellas.

Arnaldo Alvarado

Docente de filosofía SSJ-IESPPSJ

arnaldo.alvar@gmail.com

jueves, 17 de diciembre de 2020

Sentido de la navidad: Dios nace y es real

 


El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo (Mt 1, 18-24).

Uno de los aspectos importantes de la biblia es que es muy realista en el relato de los hechos. Por ejemplo, los escritores de los evangelios que narran la concepción, nacimiento e infancia de Jesús son cuidadosos en poner detalles históricos, culturales y personales de Jesús, José y María.

José y María eran prometidos y por nada del mundo podía vivir juntos hasta el desposorio. En las culturas semitas es tan alto el valor de la persona y su matrimonio que debe procederse con seriedad y compromiso.

Este acontecimiento se llama el hecho de la Encarnación. Significa que el Hijo de Dios, segunda persona de la Santísima Trinidad, sin perder su condición divina asume la naturaleza humana y se hace hombre en las entrañas purísimas de María.

¿Cómo explicarlo? Ante tan gran misterio siempre podemos decir algo. Podría ser algo así como el rayo del sol ingresa a la sala atravesando el vidrio y sin deteriorarlo. En efecto, el Nacimiento de Jesús no deterioró la integridad virginal de María.

Este es el gran acontecimiento de la Navidad. Ya estamos muy prontos para recibir al Niño Dios ¿Cómo te preparas? Tienes una oportunidad para hacer una buena reconciliación con Dios mediante la confesión, con tu familia por el perdón, con personas a quienes hayas fallado. Además de hacer obras caritativas.

Tiempo de navidad es tiempo de paz, perdón, reconciliación, esperanza y de familia. ¿Te animas a decorar lo más profundo de tu personalidad? ¿Fomentas ambientes de adviento y navidad en tu hogar? ¿Has hecho ya tu belén o nacimiento en casa? Todos estos detalles realízalo con toda tu familia.  

P. Arnaldo Alvarado

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