En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús,
preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus
discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está
con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces
ayunarán».
Este pasaje del evangelio requiere un esfuerzo para entenderlo. Vamos paso
a paso.
Primero, la figura del esposo o novio en el lenguaje bíblico hace
referencia a la presencia muy estrecha de Dios con su pueblo.
Segundo, Jesús con sus palabras nos invita a seguirlo con toda libertad. Él
es el amigo, hermano, compañero. Lo único que desea es que estés bien, con la
alegría de tener un amigo que sí te entiende y valora. Es más, Él es la fuente
de la libertad. Si hacemos algo tiene que ser libremente y por amor. Hacer las
cosas para Dios y las personas por obligación puede convertirse en algo frío,
calculador y demasiado formal. Si quieres amar has los compromisos con amor.
Tercero, el ayuno es la privación del alimento o bienes, siempre que haya
condiciones para hacerlo, con toda libertad y con el deseo de desprenderse
incluso de lo necesario. Hoy el ayuno que puedes hacer es: moderar el uso de
internet, TV, redes sociales, educar el deseo compulsivo de búsqueda de
información o seguir desinformaciones, centrarte en los temas de tu
responsabilidad, tener el espíritu desprendido de todo aquello que te hace
sufrir o haces sufrir a los demás.
¿Te animas a vivir la realidad de cada momento? ¿Sabes que tienes alguien
que te acompaña e incluso sin darte cuenta y es Jesús el Señor? En esta
cuaresma ¿Cómo te propones vivir el ayuno?
P. Arnaldo Alvarado
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