“Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y
sobre la tierra angustia de las gentes, consternadas por el estruendo del mar y
de las olas; y los hombres perderán el aliento a causa del terror y de la
ansiedad que sobrevendrán al mundo” (Lc 21, 20-28).
Jesús nos da a conocer cómo serán los acontecimientos
previos a su segunda venida al final de los tiempos. Este mundo se acabará
cuando Dios lo quiera ¿Hay alguna fecha? No. Nadie sabe el día ni la hora, pero
el mundo llegará a su fin.
Antes habrá señales previas como acontecimientos
cosmológicos (físicos), negación y rechazo de Dios, males naturales y morales
tan atroces, persecuciones a la gente buena, la Iglesia y a los cristianos. El
mal parece que triunfara pero no, será Cristo quien instaure la justicia,
verdad y libertad que ahora tanto anhelamos.
Nada material puede ser perenne. Todo lo que es materia está
sometido al desgaste, la división, deterioro. Por ejemplo, los científicos
hablan que el sol tiene una duración de 5 mil millones de años, luego apagará
su luz.
¿Hay algo malo del cuál te has hecho cómplice o autor que
debes corregir? ¿Cómo vives este tiempo que Dios te concede? ¿Estás agradecido
con Dios por todas las oportunidades que tienes? ¿Te quejas de que las cosas no
van como te gustaría?
En efecto es hora de que te des cuenta que el tiempo pasa y tienes
que ponerte las pilas para aprovecharlo y hacer mucho bien. Recuerda que hay
una segunda venida del Señor y con ella el fin de los tiempos.
P. Arnaldo Alvarado