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No
será así entre ustedes: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su
servidor, y el que quiera ser primero entre ustedes, que sea su esclavo… (Mt 20,
17-28).
Jesús
deja claro el estilo de vida que se quiera seguir. Por un lado, el camino del
servicio, abierto y disponible o, por otro, las ambiciones exclusivamente humanas,
individualistas, ciegas y cerradas. El camino de la fe es el camino de seguir e
imitar a Cristo. Jesús es Dios y hombre perfecto. Nos ha precedido en todo, incluso
en el tocar fondo con su muerte, sufrimiento y el mal siendo inocente.
Pero
Jesús resucitó y venció el mal. El camino del servicio es para todos. Es más,
el afán de servir es la más alta motivación y aquello que realmente llena el
corazón humano.
Tenemos
hermanos en la fe como los santos que dejaron toda motivación humana individual
por algo común, un familiar en casa sea de la edad que sea y que es un libro
abierto en la disponibilidad de servir y ayudar, los mártires que apostaron con
sus vidas por servir a la verdad, la fe, la caridad y amor de sí mismos. Y
muchas personas de muy buena voluntad.
Aquí
algunos tips:
1. Servir a los demás de modo ordenado y por amor a Dios es de
almas grandes.
2. Se ama con obras y detalles pequeños, no bastan las
palabras.
3. En el servicio podemos tener referentes pero el Principal
es Cristo, el amor de Dios su fuerza.
4. “Amar hasta que duela. Si duele es buena señal” dijo Madre
Teresa de Calcuta.
5. Para servir servir, no hay otra forma.
En
estos días donde el miedo, el pánico y temor invade el corazón por las
enfermedades puedes hacer un buen servicio con: la oración y confianza en el
Señor, la preocupación por los demás, el estudio serio, serenidad, optimismo,
la humildad de que no somos dueños del universo sino administradores y por la
mirada de esperanza hacia el futuro. Hemos superado peores crisis y con escasos
recursos ¿Por qué te angustias? Ánimo.
P.
Arnaldo Alvarado
11 marzo
2020