“Al que
mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le
exigirá” (Lc 12, 19-48). Con estas palabras nuestro Señor Jesucristo nos invita
a la responsabilidad. Esto es, estar a la altura de las exigencias de nuestras
tareas. Aquello que corresponde a cada uno.
Ante
las circunstancias actuales, por un lado, a nivel eclesial: la reunión de los obispos
en Roma (sínodo) sobre el tema de la Amazonia (ecología), en el mes del santo
Rosario y más todavía en el Perú del Señor de los Milagros. Como creyentes
tenemos la responsabilidad de sintonizar con la fe de la Iglesia. Por esta
razón llevemos con más ardor y buenas obras la devoción al Señor de los
Milagros. Pidámosle que proteja nuestro Perú de las fuerzas ocultas del mal y
las ideologías. Queremos el bien de todos, no de unos cuantos. No más
sufrimientos. También pidamos a la Madre de Dios que cuide de la Iglesia y nos
cuide a cada uno y nuestras familias.
Por
otro lado, en estos días en varios países Venezuela, Ecuador, Perú, Chile,
Bolivia, Argentina se han multiplicado las movilizaciones sociales por diversos
motivos. Los reclamos esenciales son: justicia, verdad, sustento (trabajo),
salud, educación de calidad, agua y alimento. Estos son
temas fundamentales que todo ser humano desea tenerlo. Es más los necesita. Hay
instancias para exigir cuando se vulnera estos derechos fundamentales naturales.
Pero sí que quede claro, la violencia y la barbarie debe ser rechazado.
Toca
a cada uno, especialmente desde quienes tienen responsabilidades de gestionar
los recursos materiales y no materiales hacer bien su trabajo, corregir direcciones
que no se ajustan al bien de todos y del mañana. La crisis cultural de la
persona tiene un eco inmediato en las instituciones y la sociedad.
¿En
lo que te corresponde cumples con la palabra y compromiso adquirido? ¿Sabes que
tu granito de arena de la responsabilidad en tu persona, familia, institución,
trabajo y sociedad es imprescindible? ¿Te comprometes plasmar en tu vida la
verdad, la justicia, la solidaridad?
P.
Arnaldo Alvarado
22
de octubre 2019