El
trabajo es una actividad propiamente humana por el cual mediante el uso de la
inteligencia y la voluntad (toda la persona) tiene por objeto transformar
realidades humanas, materiales, espirituales que contribuyen al bien del propio
trabajador y de las demás personas cuyo servicio es recompensado. De las cosas
que más cambios ha significado en la vida social contemporánea es el trabajo,
porque el hombre está cambiando su modus vivendi.
¿Cómo
alcanzar éxito en el trabajo? Aquí algunos tips para entender el trabajo:
1. Es expresión del ser
personal. Ya que es el servicio a la
persona en toda su integridad, aunque esa actividad sea focalizada, por el cual
el trabajador da lo que atesora en su ser. El trabajador debe identificarse con lo que hace
a nivel personal, la misión y visión institucional.
2. Crecimiento interior y agrega
valor. Trabajar bien quiere decir
fundamentalmente apuntar a ser mejor persona, a esto llamamos crecimiento
interior. En consecuencia, el agregar valor (productividad) no es una búsqueda
absoluta sino expresión de buenos desempeños y compromisos adquiridos.
3. Trabajo con los demás. El trabajo se desarrolla en una comunidad de personas.
Trabajar con los demás implica aceptarse, aceptar y buscar compartir, con sanas
competencias, habilidades para el buen desempeño. El mejor aliado para el
trabajador es el otro trabajador juntamente con los responsables de dirección y
de la institución.
4. Formación constante. El trabajo como servicio requiere por propia naturaleza
la investigación, la formación continua y permanente con la finalidad de
brindar mejores espacios para los beneficiados y la propia empresa o
institución. Somos parte de acelerados cambios, la innovación (que no es
improvisada sino reflexionada) es la mejor respuesta frente a las exigencias de los tiempos más actuales.
5. Fortaleza y exigencia
personal. Es la firmeza de ánimo ante
las dificultades personales, ajenas y de circunstancias. Se trata de resistir y
superar con valentía los defectos personales y recomenzar continuamente. Que tus debilidades
no te ofusquen. Además, tu exigencia está marcado por la libertad personal: el
puedo, soy capaz; y; no el “debes”.
6. Siempre con esperanza. Hacer propio los puntos anteriores es indicador de que se
tiene esperanza. Nadie va a realizar un trabajo donde reina el pesimismo y mal
clima laboral. Hoy será mejor que ayer, mañana que hoy. Se trata de esperar,
preparar tiempos mejores. Nuestro corazón es insatisfecho mientras estamos en
este tiempo. Las circunstancias cambiarán con el esfuerzo de cada uno. Más allá
del error, defectos, pecados, males y zozobra hay esperanza. Vale la pena la
lucha por seguir adelante. No hay un lugar perfecto. Perfecto será en el más
allá de la vida.
7. Saber descansar. Esto implica ser realista. Se trata de aceptarse como
unidad de cuerpo y alma. El trabajo es un aspecto de la vida, no todo. Se
necesita de la familia, de espacios que den fuerzas para seguir adelante (fe,
oración, cultura, deporte, lectura, música, películas, amistad y muy especial
familia). Saber trabajar bien significa saber también descansar.
P.
Arnaldo Alvarado
17 octubre
2019