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viernes, 30 de diciembre de 2022

¿Cómo terminar un año e iniciar otro con nuevos retos?

 

¿Cómo terminar un año e iniciar otro con nuevos retos?





Del evangelio según san Juan.

“Cuando se marcharon los magos el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”.

Es Navidad. Jesús nació en una familia que por la circunstancia de su llegada faltaba de todo, pero sobraba cariño y dedicación. Hoy hacemos una mirada a la sagrada familia de Nazareth. Es referencia para otras familias.

Quienes han visitado en tierra santa la casa de Nazareth recordarán lo entrañable que es el lugar. En efecto, vivimos en una familia, con los demás. No estamos solos. Una persona es eco para otra, si estás con alegría los demás también lo reflejarán. Amemos la familia. Estemos atentos a las amenazas que azotan a las familias.

Por otro lado, estamos a pocas horas de concluir el año 2022 y comenzar uno nuevo. Se asoma sentimientos de gratitud, mea culpa y esperanza. Ha sido un tiempo confuso y complejo pero siempre con esperanza.

Agradecemos por estar aquí, tal como nos encontramos. ¡Cuántos momentos gratos vividos en este año! ¡Cuánta gracia divina que hemos recibido! ¡Cuánta gente buena que hemos encontrado en el camino! ¡Cuántas alegrías compartidas que son innumerables y más todavía aquellas que no vemos!

Hacemos un mea culpa por dejar pasar la chispa de Dios que nos hacía ver lo que tenías que hacer; podríamos haber estado mejor altura de nuestros compromisos personales, responsabilidades, estudio, trabajo, familia, obras caritativas. Pero no vale la pena llorar la desolación sobre lo que nos pasó o el mal que protagonizamos, sino un decir perdona, disculpa a quién haga falta y hacer el firme propósito de reparar y hacerse mejores.

La esperanza es lo que llena nuestra mirada y nuestras expectativas. Ella es la hermana pequeña de la fe.  Sabemos que en quién confiamos. El Señor no puede fallar. Él cumplirá las aspiraciones más profundas de nuestro corazón. Sí, hemos perdido amigos, familiares, vecinos personas tan queridas, pero tenemos esperanza de volverlos a ver. Si algo pasa será por algo.

Charles Péguy escribió: “Pero la esperanza, dice Dios, esto sí que me extraña, me extraña hasta a Mí mismo, esto sí que es algo verdaderamente extraño. Que estos pobres hijos vean cómo marchan hoy las cosas y que crean que mañana irá todo mejor, esto sí que es asombroso y es, con mucho, la mayor maravilla de nuestra gracia”.

Con la ayuda de Dios y la buena voluntad haremos del 2023 un año particular. Fíjate metas muy concretas. Se dice: Año nuevo, propósito nuevo. A estas alturas del tiempo que tu corazón, pensar y obrar puedan latir diciendo: gracias, perdón y espero un mundo mejor para el 2023.

¡Feliz navidad y un bendecido año 2023!

Buen día.

P. Arnaldo Alvarado

jueves, 16 de junio de 2022

Donde está tu tesoro allí está tu corazón



Del evangelio según san Mateo 6, 19-23.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No amontonen tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban.

Amontonen tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los roan, ni ladrones que abran boquetes y roben.

Porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón.

Jesús nos invita a ser realistas. Estamos de paso por este mundo. Tenemos una misión, allí donde Dios te ha puesto. El corazón humano está hecho para amar. Esto quiere decir, hacer y hacerse el bien incluso aunque parece que las fuerzas faltaran.

En este pequeño pasaje bíblico hay como tres pasos para poner el corazón en el verdadero tesoro. Vamos a recorrerlos. Tendríamos que empezar desde el fin, que es lo que mueve todo lo demás.

Primero, ¿Dónde tienes puesto el corazón? ¿Cuál es la meta más importante de tu vida? ¿Cómo pones en marcha tus acciones en esa búsqueda? En efecto el corazón aspira aquello que está más allá de esta vida. Pon el corazón en Dios, las cosas buenas, las metas generosas.

Segundo, entonces se trata de poner el corazón en el Cielo, esto es, en lo bueno, justo y bello. Porque el Cielo está donde Jesús se encuentra. Jesús no impide trabajar, ganar, triunfar, sino de poner el corazón en alguien cuyo bien es más alto. Es necesario mejorar la calidad de vida, ir progresando como persona, como familia, como empresa, institución y sociedad, avanzar en los estudios, mejorar los talentos. Pero siempre con orden.

Recuerda que todo lo que consigas para esta vida es para ayudarte a vivir mejor y así puedas ayudar más a quienes sea posible. El dinero, las riquezas, los honores son medios e instrumentos para hacer mucho bien, pero no es el fin último. Las cosas materiales cubren necesidades, conceden bienestar, pero no satisfacen la aspiración del corazón humano.

Tercero, Jesús nos advierte del peligro de la avaricia, la codicia y la vanagloria. Esos caminos pueden llevarnos a un infierno que si no se rectifica, cada vez es más frío y profundo. Puesto que, la tristeza, las comparaciones y los agobios dominan el corazón.

En definitiva, agradece, fructifica, orienta y multiplica los dones y beneficios que hayas recibido haciendo y haciéndote el bien. Allí está tu tesoro, en que te haces bueno y encuentras gozo y paz incluso en la ausencia de medios de subsistencia.

P. Arnaldo Alvarado

viernes, 13 de mayo de 2022

¿Cómo vencer los miedos de la vida?

 


No se turbe su corazón

Del evangelio según san Juan 14, 1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No se turbe su corazón, crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; de lo contrario ¿les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar? Cuando vaya y les prepare un lugar, volveré y les llevaré conmigo, para que donde estoy yo estén también ustedes. Y adonde yo voy, ya saben el camino».

¡Cuánto conoce y sabe Jesús lo que nos pasa! En efecto hay momentos que deseamos dejar los remos y abandonarnos a las olas sin rumbo, como si ya no pudiéramos más y parece que el mundo cae encima.

En estos tiempos ¿identificas qué te asusta? ¿Qué turba tu corazón? ¿Qué aspecto todavía no lo superas? Pues hoy tenemos buenas noticias. Nos hace bien escuchar a Jesús y saber de su cercanía, más todavía en tiempos difíciles, donde todo parece oscuro, incierto y complejo y darse cuenta que hay alguien que nos sostiene más de lo que podamos imaginarnos. No estamos solos en nuestras luchas.

El ser humano teniendo todo a su alcance está insatisfecho, más todavía si falta Dios en su corazón. Las realidades materiales son buenas en su justo lugar, pero no sacian las aspiraciones más profundas de nuestro ser.

En este tiempo que tantos amigos, vecinos, familiares son afectados por la pandemia u otros problemas nos cuestionamos ¿Qué quiere Dios de mi? ¿Qué pasará mañana? E incluso pensar en realidades como la muerte y el mal nos estremece; nos cuestiona si vale la pena seguir trabajando, luchando por ideales nobles, sacando adelante proyectos y responsabilidades, aceptando la realidad y experiencia que se vive si todo se terminará.

No, en realidad la muerte no es la última palabra. Ha sido vencida por Cristo. La vida, el amor y la esperanza son lo que realmente perdura por todos los tiempos y motiva a seguir adelante. Acógete al amor eterno de Dios, persevera y verás que todo pasará pronto con nuestra participación diligente.

Gánate el cielo en tus luchas de cada día. Jesús nos acompaña siempre y dice que él nos ha preparado una estancia para que ya ahora y después de esta vida. Cuando ese momento llegue estaremos para siempre para siempre con Dios y los amigos de Dios.  

Recuerda hoy 13 de mayo has algún detalle para con la Madre de Dios, pues es el mes de María.

P. Arnaldo

jueves, 28 de abril de 2022

¿Cómo encontrar alegría en el compartir?

 



Del evangelio según san Juan (6, 1.15).

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos…Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:

«¿Con qué compraremos panes para que coman estos?». Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».

Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:

«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».

Jesús dijo: «Digan a la gente que se siente en el suelo».

Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil.

 

Por un momento viajemos con la imaginación a la tierra de Jesús. Las olas golpean contra las rocas y se escucha el remar de algunos pescadores que se ganan el día. Al pie de la montaña están reunidos más de cinco mil personas que atentamente escuchan a Jesús. Incluso los niños dejan de treparse en las piedras e imitan sus padres en la escucha.

Las palabras de Jesús suenan muy fuertes ¿Serán las rocas que hacen eco? Si también, pero especialmente es el deseo de Jesús llegar al corazón más profundo de las personas. Como ahora, hemos escuchado su palabra y nuevamente nos ha hablado. Pero la gente tiene hambre.

Fíjense una mamá diligente preparó la lonchera del muchacho. Allí están sus cinco panes y dos peces. ¡Pero son más de cinco mil personas! Sí, humanamente es imposible, pero para las almas de Dios y el Señor todo lo puede.

¿Reparas en la actitud del muchacho? Pues lo poco puede ayudar a muchos. ¿Descubres que las pocas oportunidades buenas, cualidades, talentos que tienes si lo compartes se multiplica por miles? El mundo, nuestro país, la ciudad, el pueblo no cambiará en masas, sino con acciones concretas de cada uno.

¿Te imaginas la alegría de este chico? Su lonchera sirvió para alimentar a muchísima gente, además sobró comida. Pues adelante también tú, no te rindas, tus defectos, caídas, fallas hacia ti no te desanimen hacer mucho bien.

Recuerda Jesús necesita de eso que parece poco. Además, algo importante, serás feliz viendo la alegría a quienes te propones ayudar puesto que la felicidad implica renuncia y sacrificio. El Señor quiere contar contigo y ahora aterriza en algo concreto ¿Qué podrías hacer por los demás? Buen día. 

P. Arnaldo Alvarado

jueves, 21 de abril de 2022

Cristo ha resucitado y camina a nuestro lado ¿Cómo pasar de las noches oscuras al día?

 

Foto: Blog de religión

Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Jesús les dice:

«Muchachos, ¿tienen pescado?».

Ellos contestaron:

«No».

Él les dice:

«Echad la red a la derecha de la barca y encontrarán».

La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces.

 

Estamos en el viernes dentro de la octava de Pascua. Esto quiere decir que el acontecimiento de la resurrección de Cristo es tan grande que ha cambiado la historia y la celebración se prolonga por ocho días.

El sepulcro vació y las diversas apariciones de Jesús, como este relato, confirman que ha resucitado. Él vive por siempre ¿Te das cuenta de la presencia de Señor resucitado en el día a día? Precisamente porque está vivo es capaz de estar junto a nosotros, entablar un diálogo de tú a tú y una amistad.

¿Quién no ha tenido un mal momento? ¿Cuántas veces notamos que nuestros planes no dan resultados esperados? Veamos la respuesta desde este pasaje bíblico.

En este relato del evangelio Jesús sale al encuentro de sus discípulos que no han tenido éxito en la jornada. Entraron al mar, trabajaron toda la noche y no han pescado nada. Recuerda que Pedro y sus amigos eran expertos en la pesca, pero esa noche nada. Realmente han hecho lo que podían y estaba en sus manos.

Jesús se aparece y les invita a que echen la red a la derecha. Dicen que era tanta la pesca. En efecto, es cierto que de nuestra parte hay que poner los medios para sacar adelante nuestra responsabilidad, la misión, la oportunidad, el reto, aquella dificultad, pero también el Señor quiere ser parte en ese empeño. 

Así que si notas en algún momento que has hecho todo lo que estaba en tus manos y algo bueno no fue como esperabas, recuerda que si perseveras con paciencia, serenidad y confianza saldrá pronto. El Señor siempre nos asiste y está vivo; pero ¿cómo lo veo? Con la convicción de su presencia, la seguridad en su promesa, la confianza en su compañía. Trátalo en la oración.

En esta pascua de Jesús que tengas la buena noticia de que Jesús ha resucitado. Se hace parte de nuestras luchas, es más se adelanta a las cosas, camina y nos acompaña. ¡Feliz Pascua de Resurrección! Buen día.

P. Arnaldo Alvarado

jueves, 14 de abril de 2022

¿Cómo celebrar el Triduo Pascual? Mira a Cristo

 

Foto: MDC

Jueves santo

Jesús se encuentra en Jerusalén. Está muy decidido a celebrar la pascua. Cuida todos los detalles y ordena que todo sea con diligencia. Llega el momento de la cena y lo hace junto a sus apóstoles, sus amigos y lava los pies de cada uno. Allí les anuncia algo que entristece a todos. 

En este día del jueves santo Jesús instituye en la última Cena la Eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento nuevo de la caridad. Desde ese momento nunca ha dejado de estar presente en la Eucaristía en todas las misas y sagrarios del mundo. ¿Cuánto amas la santa Misa?

¿Qué compromisos puedes fijar el jueves santo? Asistir con mayor disposición a la Santa Misa. Prepararse cada vez mejor para recibir la Sagrada Eucaristía. Imitar a Cristo en el servicio desinteresado y amar hasta el extremo (incluso a los que parece no vale la pena amar). Visitar con más frecuencia el sagrario, aunque sea un tiempo pequeño. Orar por las vocaciones al sacerdocio. Tener en claro que Jesús está en la Eucaristía, acompaña y espera tu confianza.

Viernes Santo

Hoy es Viernes Santo y se conmemora la pasión, crucifixión y muerte de Cristo en la Cruz. Este es un día de oración, penitencia, ayuno (se puede tomar sólo un alimento fuerte; para personas mayores, niños y convalecientes no obliga) y abstinencia de no comer carne que obliga especialmente a los mayores de edad (18-59 años).

Puedes estar en la cruz del sufrimiento: enfermedad (como la pandemia que azota todavía fuertemente llevándose vidas), el dolor, la injusticia, la traición, la calumnia, el odio, el resentimiento; recuerda que siempre hay personas buenas que te acompañan, como el buen ladrón al lado de Jesús, María la madre de Jesús. No estás en el abandono, en el sin sentido, mira a Cristo y su cruz.

Sábado Santo

El sábado santo es el tiempo que Cristo yace muerto y sepultado. Está acompañado por sus discípulos y María su Madre. Es el día del gran silencio, duelo, sorprendidos del mal que podemos cometer y padecer. Hoy muchas personas viven el sábado santo al estar junto a la tumba de sus familiares y amigos fallecidos por el COVID-19, las guerras y las violencias.

Recuerda que si algo pasa y no está en nuestros planes hay que encontrar el sentido. De una crisis nunca se sale igual; o se sale peor o mejor. Apostemos salir mejor, para crecer y aprender. Nos toca darle motivos para sacar fuerzas donde parece que ya no hay. Si aún no lo encuentras ten paciencia, perseverancia y buen humor. Sí, siempre hay alguien por y con quién llevar. El mal en cualquiera de sus versiones es pasajero, limitado y corto. Hay esperanza porque hay vida.

Domingo de Resurrección

Este domingo es el más importante del año. El domingo que hace los demás domingos. Resucitar quiere decir despertarse, levantarse, alzarse. En efecto, la tumba de Cristo estaba vacía y se apareció a las santas mujeres, los apóstoles, discípulos y a más de quinientas personas a la vez.

Vamos todos con María al encuentro de Cristo vivo. Transformemos nuestros corazones, quizá desanimados por la vivencia que llevas, el futuro, y anunciemos que vale la pena alzarse, recomenzar y resucitar con el Señor. Los frutos puedes que no lo veas ahora, pero ya aparecerá en el horizonte.

Una gozosa Pascua de Resurrección en el Señor. Que se note la fuerza y la esperanza en el Señor. ¡Feliz Pascua!

 

jueves, 7 de abril de 2022

¿Cómo convertir las dificultades en oportunidades?

 


Foto: webconsultas

Del evangelio según san Juan 10, 31-42

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.

Él les replicó:

Les he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedrean?

Mientras peregrinamos en esta vida convivimos con el bien y el mal. Ni siquiera Jesús el Hijo de Dios se libró de esa vivencia. Jesús pasó haciendo el bien cuya misión fue darnos a conocer a Dios plenamente y manifestar las obras de salvación con sus enseñanzas, milagros, con su muerte y resurrección.

En este pasaje Jesús tiene al frente un grupo de personas, seguramente eran pocas pero estaban enfurecidas, con envidia y ambición. Buscan la forma de acabar con Él. Se inventan cosas, le calumnian, atribuyen dichos y hechos falsos a tal punto que cogen piedras para darle muerte.

Podrías pensar ¡Qué raza de gente! Sí, pero también hay situaciones de la vida que los justos, inocentes, gente buena, sencilla, humilde, que hacen mucho bien viven la experiencia de Jesús. ¿Tienes alguna piedra para lanzar a alguien? Es hora de dejarlo.

Pues tanta gente buena que son excluidos, calumniados, se le atribuyen injusticias y persiguen. Si alguna vez estás del lado inocente y te toca vivir algo así persevera en la serenidad, confianza en el Señor, hazte buena persona y sobre todo vive la libertad. Te pueden acusar de lo que sea, te quitarán todo lo externo pero jamás la interioridad y libertad.

¿Cómo convertir un obstáculo del camino en una oportunidad?

·       Persevera en el bien. Dice la sabiduría común “el que no debe no teme”. Conserva la calma y la lucidez.

·       Actúa con firmeza. Jamás está permitido dejarse avasallar por el mal. Pon los medios razonables y buenos a tu alcance para frenar el mal siempre con firmeza y buena educación.

·       Confía en el Señor. Hay cosas que en esta vida puede que no encuentres justicia, pero existe la justicia divina y la vida misma. Deja al tiempo y la vida.

·       Mantén la esperanza. Ya pasará todo. El justo es como un árbol, cuánto más se poda más fuerte se hace y mejores frutos trae. Vendrán tiempos nuevos.

Entonces, toda dificultad se convierte en una oportunidad de perseverar en el bien, actuar con firmeza frente al mal, confiar en el Señor y vivir con mucha esperanza. Buen día.

P. Arnaldo A.

jueves, 31 de marzo de 2022

¿Cómo afrontar las amenazas y persecuciones a causa de tus valores?

 


Foto: Wikipedia

 

Nos inspiramos en el evangelio según san Juan 7, 1-2. 10. 25-30

En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las tiendas. Después que sus parientes se marcharon a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.

Este pasaje en la vida de Jesús nos hace recordar a tantas personas buenas en las diversas esferas de la sociedad que buscan hacer el bien, trabajar por la justicia y decir siempre la verdad, pero reciben amenazas incluso de muerte, extorsiones y persecuciones.

¡Qué bueno es entender la vida a la luz de la fe! Veamos en este relato Jesús da a conocer la verdad más profunda de su ser y vida como Dios. ¿Cómo podríamos conocer, tratar y amar a Dios si Jesús no lo hubiera manifestado? El decir la verdad y su verdad como Hijo de Dios le lleva serios problemas e incluso a la muerte.

Manifestar la coherencia de tu fe puede llevarte también a serias complicaciones. Pero es lo mejor que puedes hacer. La vida cristiana se hace frente a la cultura del relativismo donde todo vale, cada uno tiene y fabrica su verdad, da lo mismo y no hay una verdad objetiva.

Decir la verdad de tu persona, de tus valores y buscar el bien es como fundar la casa sobre roca firme. Por otro lado, también puedes convertirte en signo de contradicción por el hecho de querer hacer el bien y entablar la justicia.

¿Cómo afrontar las persecuciones e incomprensiones a causa de tu fe?

·       Con sabiduría. Esto es, saber dirigir tus actos y decisiones en sintonía con la fe.

·       Prudencia. Saber obrar bien en el momento oportuno y pedir un consejo oportuno.

·       Providencia divina. Saberse que Dios cuida de toda la creación pero especialmente a la persona.

·       Fortaleza. Esa capacidad de apoyarte en el Señor y poner de tu parte la firmeza de ánimo.

·       Serenidad. Con el alma calma puedes encontrar las mejores formas de salir de esa situación.

Recuerda hacer el bien siempre y actuar en consecuencia es el mejor acierto. Cuando tu decisión sea buena y encuentres trabas procura actuar con sabiduría, prudencia, fortaleza, serenidad y acude a la providencia divina. Buen día.

P, Arnaldo Alvarado

jueves, 24 de marzo de 2022

¿Cómo crear una cultura de paz y justicia? Consagración de la humanidad, Ucrania y Rusia al corazón inmaculado de María

 

Foto: CSE


 

Estamos en el siglo XXI. Pensábamos que ya habíamos superados los males de la historia y teníamos el mundo en nuestras manos, todo bajo control. Resulta que no es así. Una pandemia y guerras amenazan la paz social.

Una vez más podemos recordar que nuestra misión es de ser buenos administradores de la creación y no dueños. El día de hoy queremos estar muy unidos al sentir de la Iglesia. El Papa Francisco realizará la consagración de la humanidad y especial Ucrania y Rusia al corazón inmaculado de María desde Roma. Estamos invitados a sumarnos a este acto de fe, confianza y humanidad desde nuestros lugares.

Esta consagración es un acto de fe importante. Dios puede cambiar el corazón humano, pero necesita de la colaboración personal mediante la libertad. Oremos para que se restablezca la paz en Europa del este.

Una guerra genera problemas muy graves en diversos frentes. Los atropellos a la dignidad humana son a gran escala. Especialmente la población civil atraviesa por serios riesgos. No hay ganadores y las heridas permanecen allí de una manera silenciosa.

¿Qué puedo hacer para mejorar la marcha de la historia? La paz empieza siempre desde cada persona, su manera de entenderse, a los demás y su posición en la sociedad. Las herramientas para crear una cultura de paz y justicia son:

1.     La oración. Es la confianza depositada en el Señor para conceder luces y buena voluntad y querer que los involucrados lleguen a buen entendimiento.

2.     Como artesanos de la paz. Los conflictos se pueden presentar a diversas escalas. Cada persona tendría que ser un artista de la paz: ¿Por qué insultar o agredir, quitar bienes a la gente sencilla, humilde?

3.     Como promotores de justicia. Donde estemos podemos dar a cada uno lo que le corresponde. Hay que poner freno a las envidias, comparaciones y codicias. Recuerda, las cosas o bienes mal habidos no se disfruta.

4.     El perdón. Es un acto de voluntad por el cual se comprende y la ofensa se lo deja en la mano de Dios. Se desea lo mejor para la persona. La vida y Dios mismo se encargarán, no te agobies dando vueltas a la ofensa, traición o daño recibido.

5.     La responsabilidad. Se trata de asumir el compromiso con esfuerzo y esmero. Pedir ayuda para llevar a cabo lo mejor que se puede aquello que se nos ha confiado.

En la festividad de la Anunciación de la Virgen y día de la vida unámonos al sentir del Papa. Juntos haremos que las cosas cambien con nuestra oración, generando paz y justicia, perdonando y asumiendo nuestras responsabilidades.

Buen día.

P. Arnaldo Alvarado

jueves, 17 de marzo de 2022

¿Cómo hacer efecto multiplicador de los bienes que recibimos?

 


Foto: Toluma

 

Del evangelio según san Mateo 21, 33-43. 45-46

 

En aquel tiempo, dijo Jesús:

Escuchen otra parábola: había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y otro lo apedrearon.

Esta parábola refleja la historia de la salvación. Esto es, las acciones bondadosas de Dios y la respuesta del pueblo de Israel y de todo ser humano. En efecto, Dios eligió un pueblo, hizo de todo para protegerlo, guiarlo, acompañarlo, darle todas las predilecciones, pero no estuvieron a la altura. Es más, rechazaron a los profetas y enviados. Incluso no reconocieron a Jesús como el mesías, el Hijo de Dios.

¿Alguna vez has hecho de todo para ayudar y brindar lo mejor pero lo que has encontrado es frialdad, ingratitud, indiferencia? ¿Cómo te has sentido? Probablemente te has lamentado de esa actitud. Pues, sí y con toda razón. Pero luego caíste en la cuenta de que todo lo has hecho por amor y con desinterés, entonces has encontrado paz.

Dios nos bendice y hace partícipe de tantos dones. Podemos dar un efecto multiplicador a todo lo que recibimos. El Señor espera frutos, aunque sean pequeños, pero podemos fructificar los dones recibidos. Siempre hay que hacer el bien incluso cuando veas que parece que los otros no respondan. Lo importante es hacer y hacerse el bien.

¿Cómo podemos corresponder a todo lo que Dios y los demás que hacen de bueno?

·       Con gratitud. Es un detalle de reconocer que aquello es un regalo y que Dios y los demás han sido buenos con nosotros.

·       Con efecto multiplicador. Si algo recibimos es para hacer mucho bien.

·       Con bendición. Es dar gracias y reconocer que Dios es la fuente de todos los dones.

·        Con oración. Orar por las personas que hacen del bien. Dios sabrá recompensarlos.

·       Con esperanza. Siempre habrá personas de gran corazón, serán como los enviados de Dios en momentos difíciles.

Recuerda, Dios nos ha concedido tantos dones. Que en este tiempo de cuaresma especialmente hagas un parón y puedas agradecer, multiplicar, bendecir, orar y esperar la bondad de Dios y de sus amigos. Buen día.

 P. Arnaldo Alvarado

jueves, 10 de febrero de 2022

¿Cómo escuchar y hablar bien?

 


 

Del evangelio según san Marcos 7,31-37

En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos.

Él, apartándolo de la gente a un lado, le puso los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua.

Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo:

«Effetá» (esto es: «ábrete»).

Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba correctamente.

Jesús pasó haciendo el bien. Sus milagros dan a conocer que él es el Mesías, el Señor, el Salvador. Jesús viene a salvar a todos. Fijémonos en el relato. Los lugares de este pasaje están en territorios extranjeros, esto es, no pertenecían al pueblo de Israel. Lo sorprendente es la seguridad que tiene la gente al dirigirse a Jesús para conseguir la curación del sordo. ¿Cómo te diriges a Dios?

Un detalle importante: Dios atiende la súplica de todos. Podrás decir, si, pero yo he pedido a Dios esto o aquello y no ha salido. La razón podría ser: tienes que seguir perseverando en la petición, aumenta la confianza y fe, aquello que pides aún no es conveniente o debes poner de tu parte más colaboración.

El hombre curado era sordo y con problemas de habla. Algo fundamental en la vida es ejercer la escucha y el habla. Cuánto bien nos hace saber escuchar y expresar lo que nos sucede a quien puede ayudarnos realmente.

En nuestro tiempo hay un problema serio. Se trata de una sociedad del anonimato donde la persona realmente no es valorada por lo que es sino por lo que aporta o produce. Es fuerte la tendencia de que no haya tiempo para escuchar como se merece la persona. Las prisas, ocupaciones o distracciones impiden dar el tiempo para la escucha.

¿Cómo podemos encontrar espacios y escucha? Aquí algunas ideas:

1.     La oración: es el lugar privilegiado para hablar y escuchar. Allí hay un diálogo profundo y transformador. Dedica algunos minutos diarios para este encuentro entre tú y Dios.

2.     La familia. Es otro lugar privilegiado para atender a las necesidades más profundas. Es bueno escuchar antes de hablar. Aquí la confianza es vital.

3.     Las circunstancias. Las diversas experiencias del día a día también son espacios de escucha. Lo que pasa puedes darle un sentido y trabajar temas importantes en tu mejoría personal.

4.     El acompañamiento o asesoría. Es bueno tener una persona de confianza que te ayude a descubrir lo mejor que puedes hacer con el proyecto de vida, las realidades que se experimenta. Aquí será fundamental la sinceridad y la confianza.

El Señor siempre nos escucha y nos habla. Ese canal de comunicación es la oración o meditación. Ponerlo en práctica hace mucho bien y concede una paz profunda.

Buen día.

jueves, 27 de enero de 2022

¿Cómo puedo adquirir la paciencia?


 



Foto: creatufrase.net

En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega» (4,26-34).

Este pasaje del evangelio refleja el arte del buen enseñar. Jesús utiliza una comparación para explicar una realidad profunda. En efecto, Dios es el buen sembrador.  Todo ha creado Dios por libertad y amor. La huella más notable es la persona sea de la condición que sea pero todavía más si refleja la imagen y semejanza de su creador.

Este pasaje resalta como cualidad del sembrador: la paciencia con la obra de sus manos para los frutos esperados. Si ensanchamos la mirada bajo los lentes de la providencia divina, que es el cuidado amoroso de Dios con la creación, pero especialmente con la persona, diríamos que todo sucede en el momento oportuno y es para mejor.

La paciencia es una conquista, una cualidad que manifiesta estabilidad, cooperación y armonía interior, con las personas y los sucesos. ¿Cómo forjar la paciencia? ¿De qué medios disponer? Podría decir algunos:

1.     Aceptación. Hay que aceptar las cosas como son. Sin exagerar ni rebajar la realidad. Todo con la conquista de la paz.

2.     Dominio de sí. La paciencia es fruto de una batalla en forjar el carácter que luego mejora el temperamento y configura la personalidad, siempre se puede ser mejor.

3.     Perseverancia. Se trata de mantener ese buen estilo, buenos modales y formas de relacionarse con los demás.

4.     Ofrecer a Dios aquello que no se esperaba, convertirlo en oportunidad de.

5.     Oración. Es el diálogo con Dios que nos mantiene en pie frente a las dificultades. Confía en Dios y pon de tu parte lo que te corresponde.

En estos días que tantas personas llevan la pandemia y contagios se requiere mucho valor y paciencia en la atención de los enfermos. ¿Te comprometes a reflexionar y tomar buenas decisiones cuando los hechos y sucesos son desesperantes? Bueno es recordar que la paciencia antes que una pasividad es ponerse en acción de: aceptación, dominio de sí, perseverancia, ofrecimiento y oración. La paciencia todo lo alcanza.

P. Arnaldo Alvarado


jueves, 20 de enero de 2022

¿Qué significa ser apóstol de Jesús?

 

Foto: Wikipedia

¿Qué significa ser apóstol de Jesús?

Del evangelio según san Marcos, 3, 13-19.

En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él.

Este pasaje del evangelio es sumamente entrañable. Se trata de un acto fundamental en la vida de Nuestro Señor y de toda su continuidad. Jesús tenía muy en claro su misión que padecería en la cruz y pasaría de este mundo al Padre redimiendo a todos los hombres de todos los tiempos. Alguien ha dado la vida por ti y por mí.

Pero ¿Quién continuaría actualizando los medios salvíficos de Dios? Allí está el detalle. Jesús elige a los doce apóstoles para esto. La característica del apóstol es: elegido por libre iniciativa del Señor, viven con Jesús durante los tres años de su vida pública y fueron enviados a la misión.

Precisamente un apóstol es un llamado. ¿Sabes que el día de tu bautismo fuiste también constituido en apóstol de Jesús? ¿Eres consciente que has sido llamado con predilección? La Iglesia ha sido fundada por el Señor y delegada a los apóstoles para que perdurara por todos los tiempos hasta el final de la historia.

Recuerdo la historia de san Juan María Vianney, que fue designado como párroco a Ars que no conocía como llegar. Un niño de la aldea le mostró el camino. Juan María le dijo al pequeño: tú me mostraste el camino para Ars y yo te mostraré el camino del Cielo.

Agradece que el buen Dios te ha invitado a recibir la fe. Fueron tus padres, familiares, padrinos quienes hicieron de instrumentos para que sea posible. Con la fe bautismal te constituyes en apóstol de Jesús y puedes evangelizar, es decir, mostrar a Cristo con el testimonio de tu vida donde te encuentras. No es fácil, pero esa es la misión.

¿Sigues a Jesús en sus enseñanzas, lo imitas con detalles concretos y le das a conocer con tus comportamientos? Agradece, valora y contagia el fuego del amor que Dios dejó en ti.

P. Arnaldo Alvarado

jueves, 13 de enero de 2022

La amistad ¿Cómo expresar y vivirla?

 

Foto: Mi lado viajero

La amistad es un tesoro que llevamos en manos frágiles

Del evangelio según san Marcos 2, 1-12

Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Y les proponía la palabra.

Y vinieron trayéndole un paralítico llevado entre cuatro y, como no podían presentárselo por el gentío, levantaron el techo encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dice al paralítico:

«Hijo, tus pecados te son perdonados».

Jesús ha venido a compadecerse de todo tipo de dolencias, tanto las espirituales y físicas. Como Dios tiene el poder para restablecer y curar enfermedades.

Te imaginas el asombro de Jesús al ver a los amigos del paralítico. Dice el relato bíblico que vio la fe de los que lo llevaban. Eran cuatro amigos. Veamos paso a paso.

El lugar donde está Jesús está totalmente abarrotado. Ya no cabe ni un alfiler. Pero los amigos del paralítico ven que esa situación es una oportunidad para demostrar el verdadero aprecio al amigo. Se trata de darle la salud. Algo que ellos ni los médicos de ese entonces podían.

Los amigos levantan el techo y descuelgan al amigo para ponerle delante de Jesús. Esto es impresionante. Diríamos que es la lealtad. ¿Qué habrá pensado el dueño de la casa? Se quedó sorprendido del aprecio al amigo enfermo.

Los amigos tienen una fe enorme. Basta ponerlo delante de Jesús. Y efectivamente, Jesús se dirige al paralítico, lo perdona y le ordena que vuelva a su casa sano.

Diríamos que quien encuentra un amigo encuentra un tesoro. Realmente es así. Pues la amistad se basa en lo que bueno que se quiere y para quien se quiere. Tiene dos pilares fuertes y es la esencia de la amistad: el bien y la verdad.

¿Cómo valoras la amistad? Inspirados en este pasaje podrías decir algunas características de la amistad:

·       Hay un proyecto común. Algo bueno que les une. Y es además concreto y requiere generosidad.

·       Valora a la persona. Se tiene en cuenta que la persona es única e irrepetible. Se deja atrás intereses particulares para dar lo mejor a la persona.

·       Es leal. Se está en la buenas y en las malas. Aquí cabe la gratitud, el perdón y la ayuda. La sinceridad y desinterés es el buen aroma de la amistad. Las excusas no encajan. Este es el termómetro de la amistad.

·       Llega a detalles concretos. Se conoce qué es lo que les hace bien a los amigos y se busca concederlos. Se muestra la disponibilidad de ayuda.

·       Es trascendente. Nos basta el bien humano. Los amigos buscan lo ilimitado como es amar a Dios, crecer en la fe, realizar proyectos en favor de otros.

Consideras que la amistad es más fuerte cuando parte desde el amor de Dios, la fe y deseo de dar lo mejor a tus amigos y además se inspira en la amistad de Jesús. Buen día.

P. Arnaldo Alvarado

jueves, 6 de enero de 2022

¿Cómo conquistar el reino de Dios?

 

Somos ciudadanos del reino de Dios

 


Foto: Sputnik Mundo

Del evangelio según san Mateo

“Conviértanse, porque está cerca el reino de los cielos”.

Estamos todavía en el tiempo de la navidad. La fe celebra el nacimiento de Jesús y los primeros actos de salvación obrados por Jesús ya desde su infancia. Con esta venida se cumple todos los anuncios sobre el salvador.

De allí que la invitación del Señor es directa: convertirse. Jesús está diciendo que Él es el reino de los cielos. Lo tenemos delante de nosotros. Para tenerlo hace falta aceptarlo con todo el corazón y hacerse parte de su condición divina. Allí se refleja la conversión en cuanto que se puede enderezar nuestro caminar. ¿Qué implica ser partícipes del Reino de Dios? Esto significa ser amigos de Dios, dar un paso decidido en algo concreto para establecer mejoras en cualquier aspecto de la vida.

Hemos iniciado un nuevo año. Es una oportunidad para renovar los propósitos para este tiempo y dar la importancia debida a los bienes espirituales y de los auxilios divinos que es la vida de la gracia, esto es, de amistad con Dios.

Aquí algunas consideraciones para estar a la altura de acoger el reino de Dios:

1.     Sentirse acompañados. Jesús con su venida se hace parte de nuestra realidad. Pase lo que pase tiene un sentido y vale la pena notar en esa circunstancia la compañía del Señor.

2.     Fortalece la ilusión de caminar. Se trata de dar el paso adelante en el punto que deseas superarte. Recomenzar después de una derrota o metas que no se cumplieron.

3.     Convertirse significa dar un paso decidido afinar en el modo de pensar, sentir y actuar. Tu libertad y perseverancia pueden hacer que consigas buenos resultados.

4.     Acoge los auxilios divinos. El mismo Señor te dará la ayuda oportuna en aquello que te hace falta.

Al comienzo de este año agradece al Señor que te hace parte de su reino, acógelo y camina todo este tiempo con la convicción de que el mismo Jesús camina junto a ti.

Buen día.

P. Arnaldo Alvarado

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