Del evangelio
según san Lucas 9, 18-22.
Una vez que Jesús
estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:
¿Quién dice la
gente que soy yo?
Ellos contestaron:
Unos que Juan el
Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los
antiguos profetas.
Él les preguntó:
Y ustedes, ¿quién
dicen que soy yo? Pedro tomó la palabra y dijo: el Mesías de Dios.
Confiar significa
dejar con toda seguridad lo que te pasa en otra persona. Veamos los detalles de
confianza que Jesús tiene con sus apóstoles, como orar con ellos y saber qué esperan de Él ellos mismos y las demás
personas.
Jesús es Dios. Es
la segunda persona de la santísima Trinidad. ¿Te das cuenta de que Dios confía
en ti? Sí, y lo ha hecho desde el primer instante de tu existencia. Dios ha
pensado en ti, te ha amado y te ha creado libremente y por amor. Eres parte de
un proyecto, no de la casualidad. Y aquí estás.
En la
circunstancia que te encuentres es bueno que te preguntes ¿Estoy a la altura del
sueño o proyecto de Dios? ¿Qué me lo impide? Allí surge la confianza en Dios,
en dejarlo todo en sus manos, especialmente aquello que más te agobia, poner de
tu parte sin desesperar lo que te corresponde para salir, darle sentido a lo
que te pasa, mantener la serenidad de que Dios siempre estará de tu parte, aunque
lo que experimentes sea muy duro y que nunca lo esperabas.
Ten paciencia,
ten seguridad en el Señor. ¿Por qué pretendes hacer el tiempo de Dios como si
fueran tuyos? Persevera con alegría y resiste con firmeza, todo pasará con la
gracia divina y tu colaboración. Mira de todo sacarás mucho bien ¿acaso no lo
ves?
Recuerda que
Jesús te hace en esos momentos alegres o duros ¿Quién soy yo para ti? ¿Qué
puedo hacer? Dile como Pedro: Tú eres el mesías. Es decir, tú eres mi Dios, mi
Señor, mi salvador, gracias por darme tantas alegrías, perdona mis indiferencia
y de las dificultades me sacarás no sé cuándo pero lo harás, confío en ti.
Teresa de Jesús
dijo: Nada te turbe, nada te espante todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia todo lo alcanza,
quien a Dios
tiene nada le falta sólo Dios basta.
Buen día.
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