Educar a la esperanza
Las enseñanzas del Papa Francisco
siempre es buen mensaje para todos. Quisiera compartir la última catequesis
sobre la esperanza.
Hoy tratamos sobre
el tema ‘educar a la esperanza’, por eso usaré el tú, imaginando conversar con
un joven o con cualquier persona dispuesta a aprender.
¡Donde Dios te ha
plantado, espera! No cedas al desánimo. Recuerda que el enemigo que tienes que derrotar está dentro de ti.
Cree firmemente que este mundo es un milagro de Dios, que él nos da la gracia
de realizar nuevos prodigios, porque la fe y la esperanza caminan juntas.
Confía en Dios Creador, que llevará su creación a cumplimiento definitivo, en
el Espíritu Santo que guía todo el bien, en Cristo que nos espera al final de
nuestra existencia.
Nunca pienses que
has luchado en vano, que al final de la
vida nos espera el naufragio. Dios no nos engaña, llevará a plenitud, como una
eterna primavera, la esperanza que ha puesto en nuestro corazón. No te quedes paralizado,
levántate, camina, confía, sueña. Sé constructor de
paz y no de odio o
división. Ama a tu prójimo, respeta el camino de cada uno,
sé compasivo y justo. Sueña con un mundo nuevo. Pide a Dios la gracia de ser
valiente. Recuerda que Jesús venció por nosotros al miedo, el enemigo más
grande contra nuestra fe. Reconoce que por el Bautismo tu vida pertenece a
Cristo y él vive en ti, y a través tuyo, con su mansedumbre, quiere someter a
los enemigos del hombre: el pecado, el odio, el crimen, la violencia.
Recuerda
que no eres superior a nadie y que, como cristiano, eres hermano de todos.
Cultiva ideales y sé fiel a ellos. Y si
te equivocas, no dudes en levantarte siempre, pues no somos infalibles, y el
Hijo de Dios ha venido para rescatarnos a todos. Vive, ama, cree, sueña. Dios
es tu amigo, y con su gracia, nunca caigas en la desesperación.
Atte, P. Arnaldo Alvarado
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