Cuando hablamos de educación nos falta
tiempo al exponer las razones del acierto o fracaso. La filosofía en el Perú ha
tenido relevancia desde los inicios de establecimientos de centros académicos a
partir del siglo XVI. He tenido la fortuna de encontrar la obra de Luis Felipe
Alarco. Me ha parecido realmente impresionante la lucidez de su pensamiento y
aún más el aporte que podría brindar para entender y hacer que la educación en
el Perú cobre esperanza.
Con frecuencia atribuimos los logros y
deficiencias de nuestra educación peruana a los docentes, es decir, a quienes
se dedican al trabajo educativo. Pero esa visión es parcial. Nuestro filósofo
en su obra Lecciones de filosofía de la
educación, nos abre ventanas para obtener bocanadas de respiro y no
desfallecer por la asfixia de las críticas en el intento de mejorar nuestra
educación. A continuación, menciono las siete maneras de entender a los
educadores y, por tanto, la educación, como aquella que configura la
personalidad de otras personas.
- Hombres cotidianos. Todo ciudadano de la condición,
cultura, credo que sea.
- Personas anónimas. Aquellos que están detrás de las
pantallas y nos presentan la realidad en imágenes y pueden ser los periodistas,
escritores, artistas.
- Los profesores. Quienes hacen de la educación una
profesión, cuyo núcleo capital de su vida es educar.
- Los teóricos de la educación. Los diversos pensadores y gestores
del conocimiento, particularmente aquellos dedicados a la investigación.
La búsqueda de unidad e integración de los saberes puede ser la clave para
el desarrollo y es la tarea pendiente.
- Las personalidades de la época. Influyen con su vida; si son
buenas fortalecen la tarea educativa, si son malas dificultan. Por
naturaleza somos imitadores.
- Personalidades de la historia.
Que se rememora en las celebraciones cívicas y religiosas. Es
importante que conozcamos quienes nos precedieron y recordemos sus aportes
a la sociedad.
- Grandes maestros. Particularmente quienes
trascienden el tiempo y la cultura. Ellos son Jesús, Buda, Sócrates.
Evidentemente cuánto más se considera el valor concedido al ser humano la
ruta maestra trazada es mejor.
Según la lista son los primeros cinco
quienes influyen en los resultados de nuestra educación. Esto significa que si queremos
mejorar la educación que se tome en serio cada uno en la situación que esté. No
gastemos más tiempo en discusiones prolongadas cuando tenemos una solución en
nuestra propia casa. Convencernos y persuadir son tareas pendientes. La manera
de educar cambiará cuando cambie yo y cambies tú.
P. Arnaldo Alvarado
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