El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba
desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo
por obra del Espíritu Santo (Mt 1, 18-24).
Uno de los aspectos importantes de la biblia es que es muy realista en el
relato de los hechos. Por ejemplo, los escritores de los evangelios que narran la
concepción, nacimiento e infancia de Jesús son cuidadosos en poner detalles
históricos, culturales y personales de Jesús, José y María.
José y María eran prometidos y por nada del mundo podía vivir juntos hasta
el desposorio. En las culturas semitas es tan alto el valor de la persona y su
matrimonio que debe procederse con seriedad y compromiso.
Este acontecimiento se llama el hecho de la Encarnación. Significa que el
Hijo de Dios, segunda persona de la Santísima Trinidad, sin perder su condición
divina asume la naturaleza humana y se hace hombre en las entrañas purísimas de
María.
¿Cómo explicarlo? Ante tan gran misterio siempre podemos decir algo. Podría
ser algo así como el rayo del sol ingresa a la sala atravesando el vidrio y sin
deteriorarlo. En efecto, el Nacimiento de Jesús no deterioró la integridad virginal
de María.
Este es el gran acontecimiento de la Navidad. Ya estamos muy prontos para
recibir al Niño Dios ¿Cómo te preparas? Tienes una oportunidad para hacer una
buena reconciliación con Dios mediante la confesión, con tu familia por el
perdón, con personas a quienes hayas fallado. Además de hacer obras caritativas.
Tiempo de navidad es tiempo de paz, perdón, reconciliación, esperanza y de
familia. ¿Te animas a decorar lo más profundo de tu personalidad? ¿Fomentas
ambientes de adviento y navidad en tu hogar? ¿Has hecho ya tu belén o
nacimiento en casa? Todos estos detalles realízalo con toda tu familia.
P. Arnaldo Alvarado