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lunes, 6 de abril de 2020

Lunes santo: la cena y el perfume


Santo de hoy - Marta de Betania, Santa Hemana de Lázaro y María ...
Foto: Parroquia Nuestra Sra. de la salud

Hoy es lunes santo. El texto que tenemos en la santa Misa es aquel pasaje de Juan 12, 1-11, cuarto evangelista, donde se relata la visita de Jesús a sus amigos de Betania: María, Marta y Lázaro. Esto ocurre seis días antes de celebrar la Pascua.

Jesús siempre que pasaba a Jerusalén tenía el hábito de quedarse en Betania. Allí los amigos le recibían con agrado. En aquella casa sencilla, pobre lo que sobraba era el cariño de parte del huésped y de los anfitriones. Eran todos sencillos y generosos.

Volviendo al pasaje. Dice el texto que Jesús se sentó a la mesa para la cena y María ungió al maestro con un perfume muy caro. El costo del frasco era casi el pago de un año de trabajo de un obrero agrícola. La cena. Jesús está cansado y se sienta a la mesa. Necesita reponer energías. El perfume con que ha sido ungido inunda con su aroma toda la casa y seguramente todo el barrio, puesto que era muy bueno.

¿Qué podemos aprender de este pasaje bíblico? El valor de la amistad. Primero querer, para ser buenos amigos puede faltar de todo, pero lo que debe sobrar es querer el bien y decir la verdad al amigo. Segundo compartir, siempre tenemos gozos y dificultades; algunas veces más grandes otras pequeñas, pero lo mejor es compartirlas, poner juntos el hombro y todo se hace más llevadero. Tercero confiar, en la amistad hay confianza. Jesús confía a sus amigos lo que tiene que padecer y también dice la verdad al amigo -Judas- tratando de sacarle del error.  

En estos días de la semana santa y con la circunstancia que nos rodea hagamos que la amistad con Dios, con la familia, colegas, vecinos y amigos sea más intensa sobre la base del bien y la verdad. Demos una mano a quién más necesita. ¿Te propones ayudar a alguien a llevar sus penurias?

Buen inicio de semana santa.

domingo, 5 de abril de 2020

Domingo de Ramos y de la pasión del Señor. Reflexiones T-A


La imagen puede contener: planta, noche y exterior, texto que dice "DOMINGO DE RAMOS"
“Bendito el que viene en nombre del Señor”

Ya estamos inmersos en la semana santa. Con este día del domingo de Ramos y de la pasión del Señor se inicia la gran semana del año cristiano. Este día conmemora y actualiza la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y el anuncio de su pasión y muerte. ¿Valoras la pasión y muerte del Señor que todo lo ha hecho por ti y por todos?

En efecto, la celebración litúrgica de hoy tiene dos grandes partes. En la primera se conmemora Jesús sube de Galilea a Jerusalén. Él es bien recibido por la multitud de peregrinos.  De allí que bendecimos los ramos. Y en la segunda parte de la misa de hoy se lee el relato de la pasión y muerte del Señor según san Mateo 26, 14-27,66.

En la lectura bíblica se destacan los hechos y dichos de Jesús y quienes le acompañaron en sus últimas horas como acontecimiento de salvación por todos. Por su muerte nos liberó. Ahora nos toca acoger y hacer que todo el amor de Dios rinda sus frutos en nuestra vida. Ante el misterio del mal, el dolor, la enfermedad y la traición la pasión de Cristo es la mejor respuesta. 

Hay que notar que los ritos y palabras de la liturgia expresan lo más profundo del acontecimiento. Así como Jesús subió a Jerusalén para celebrar la pascua cuya meta es la cruz. Allí va con prontitud. También nosotros emprendamos un camino interior. Jesús se dirige al templo que es el signo de la presencia de Dios.

Nada ni nadie puede contener a Dios, pero lo importante es que Él se nos da. En realidad, el lugar definitivo de la presencia de Dios está en el corazón humano, lugar de contacto entre Dios y el hombre. Para acceder a esa sala hay que pasar por la puerta cuyas llaves son la humildad, la fe y la apertura.

Un detalle. Jesús al llegar al templo encuentra a los cambistas y vendedores de palomas. Dado que en el templo no podía existir monedas puesto que llevaba la imagen del César, contrapuesto al templo, y por tanto se incurría en idolatría. Únicamente podía hacerse ese tipo de intercambio. No se puede juntar a Dios con la mentalidad pagana.

Toda esa actividad debía hacerse en el atrio de los gentiles (también llamados paganos, esto es, aquellos que no tienen la fe y no conocen más que la razón). Aunque los paganos no entraban sí podían unirse a la oración en el atrio de la fe. Esto nos indica que Dios siempre espera su búsqueda, oración e invocación. Jesús defiende el orden verdadero.

¿Nuestra fe es suficientemente pura, abierta, acogedora y coherente para que los demás puedan ver el orden divino? Entonces Jesús instaura el verdadero culto “en espíritu y verdad”. Adorar con aquél que es la verdad. Atención que hayamos convertido nuestro corazón en “cueva de bandidos”. Es hora de acudir a la bondad sanadora de Jesús, puesto que Él tiene la vocación de curar, servir. La bondad sana.

En este día has el propósito de iniciar ya tu camino interior para celebrar la pascua con Jesús. Lee, medita y comparte las escrituras (evangelios) en sus últimos capítulos. Seguramente estás orando, pero no es suficiente. Has el compromiso de cambiar ya en algo y sólo así haces una verdadera pascua (paso, cambio, conversión). Las circunstancias son distintas, pero la intensidad tiene que ser generosa, recogida, decidida y propositiva.

Una grandiosa semana santa en familia. Celébralo esta vez desde casa.

Inspirado en las homilías del Papa Benedicto XVI 2008 y 2011.

sábado, 4 de abril de 2020

La semana santa ¿Qué es y cómo puedo celebrar?


Vaticano

Hace más de tres meses nuestros planes eran otros. Hoy nos adecuamos a la realidad, no nos quejamos, sino que aceptamos y ponemos lo mejor de nuestra creatividad para vivir la semana santa. Nos gustaría estar en la celebración litúrgica para palpar, ver e introducirnos en la atmósfera de la gracia divina, pero tenemos como tarea poner más intensidad todavía en celebrar la semana santa por los medios de comunicación, internet, etc.. Ahora la Iglesia doméstica, la familia, es la clave para crear el clima de oración. Aquí algunas consideraciones.

La semana santa son los días que se celebra la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Es el corazón del año cristiano cuyo centre es el triduo pascual. Inicia con el domingo de Ramos en la pasión del Señor y concluye el domingo de resurrección. Es toda una semana dedicada a celebrar las acciones de Dios por la salvación del hombre acontecidas en los últimos días del Señor Jesús. Cada día se conmemora algo especial de la vida de Cristo.

El triduo pascual formado por los días: viernes santo, sábado santo y domingo de resurrección. Esto es Cristo muerto, sepultado y resucitado. En estos días actualizamos todo lo que hizo Dios por nosotros: institución de la Eucaristía, el sacerdocio, la caridad, pasión y muerte, sepultura y la Resurrección de Cristo. Veamos día por día.

El domingo de Ramos celebramos la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén y el anuncio de su pasión. El lunes, martes y miércoles santo hacemos memoria respectivamente de la unción en Betania, del anuncio de la traición de Judas y del hecho mismo de la traición.

El jueves santo conmemoramos la institución de la Eucaristía, el sacerdocio y el mandato de la caridad. Jesús instituye todo esto en la última cena. De esta manera anticipa su pasión de tal modo que recibir la Eucaristía es participar del sacrificio de Cristo en la cruz. De allí que cada misa es una actualización del acto redentor.

El viernes santo es un día de ayuno y abstinencia. La Iglesia conmemora la pasión y muerte del Señor. Además, recuerda que ella nace del costado de Cristo muerto en la cruz. También es un día especial porque se ora por toda la humanidad y por todas las necesidades.

El sábado santo es el día del silencio ante la sepultura del Señor. La iglesia medita la muerte de su Señor. Es el día de la esperanza. Con la vigilia pascual y el domingo celebramos la resurrección del Señor. Cristo ha resucitado y vive con nosotros. Como cristianos tenemos el compromiso de celebrar la Pascua con el Señor.

¿Qué significa celebrar la pascua?
Significa celebrar mi salvación y la salvación del mundo. Entonces tomarlo como paso, transformación, cambio para cosas buenas; por ejemplo, proponerte en acudir con frecuencia a la santa Misa; si no te gusta ayudar en casa o a los más necesitados, ahora te esfuerzas por pensar en los demás. Si hay heridas en el alma, ahora perdonas y oras por los que te han hecho el mal. Si estás en pecado, ahora recuperas la gracia y el buen semblante.

¿Cómo puedo celebrar la Semana Santa?
1)    Participar (en esta ocasión tendrás que seguir por los medios) en las celebraciones litúrgicas. Dios nos ama con locura y por eso da su vida en la cruz. Dice san Pablo, “Cristo se entregó por mí, murió por mí”. Entonces ¿qué puedo hacer por Él?
2)    Dar el paso. Haz una buena confesión, pide perdón a Dios. Él perdona porque ama. Si no estás tranquilo y con paz es que te falta el perdón y reconciliación. Conviértete, encuentra la paz, siéntete amado y vive feliz. Además, fija un propósito de cambio en tu vida.
3)    Vivir la semana santa como un personaje más, un partícipe. No caigas en la tentación de ser un espectador. Dedícale tiempo, preparación, recogimiento, oración, ayuno, caridad (piensa en los demás). Que se note que celebras la semana santa.

Deseo a todos una gozosa semana santa. Dios les bendiga. 


P. Arnaldo Alvarado
Seminario Mayor de Cañete - IESPPSJ

martes, 24 de marzo de 2020

La Anunciación de María


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Foto: printerest

No temas María, porque has encontrado gracia

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: No temas María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús… (Lc 1, 26-38).

Hoy es una celebración especial en la fe. Se trata de la anunciación por parte del ángel a María para ser la madre de Dios. Hay un solo Dios en tres personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Pero el Dios de la fe sale a buscar al hombre.

Mediante la aceptación de María para ser la madre de Dios se realiza la encarnación. Esto significa, que el Hijo de Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad asume la naturaleza humana para nuestra salvación. Solamente Dios puede salvarnos del mal, del pecado, de la muerte. Salvar quiere decir también entender que el misterio del mal tiene sentido.

¿Cómo fue posible? La Encarnación del Hijo de Dios se realizó formando el Espíritu Santo, de las purísimas entrañas de la Virgen María, un cuerpo perfectísimo y creando un alma nobilísima que unió a aquel cuerpo; en el mismo instante a este cuerpo y alma se unió el Hijo de Dios; y de esta forma, el que antes era sólo Dios, sin dejar de serlo, quedó hecho hombre (CPY, 129).

¿Asumes que tu salvación está en Cristo y en tu correspondencia al amor de Dios? En estos días particulares donde se asoma el miedo, la inseguridad, la carencia incluso de lo más básico para tu subsistencia, la soledad recuerda que Cristo te ha precedido ya en esas vivencias.

¿Cuál puede ser tu respuesta ante esta situación? Encontrar sentido a todo esto, adhesión al plan de Dios con fe, confianza en la providencia divina, solidaridad y conversión de nuestros malos pasos.

P. Arnaldo Alvarado
25 marzo 2020

miércoles, 18 de marzo de 2020

Las aspiraciones del corazón humano


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Foto: Definición ABC

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No crean que he venido a abolir la ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud… (Mt 5, 17-19).

Jesús es el Hijo de Dios. Es la segunda persona de la Santísima Trinidad. Tiene igual naturaleza que el Padre y el Espíritu Santo.

Dios se ha dado a conocer progresivamente. Diríamos que usó la mejor pedagogía. ¡Cuánto nos conoce! Por nuestras solas fuerzas no éramos capaces de conocer lo más profundo del ser divino.

Imagínate a los niños pequeños no se les puede exponer a una luz potente y mucho menos darle una dieta cargada. ¡No! Tiene que ser poco a poco, de menos a más. En efecto, Dios también fue manifestándose paso a paso mediante Reyes, jueces y sobre todo los profetas.

En ese sentido Cristo es la plenitud de los tiempos. No ha venido abolir todo lo bueno y bello sino darle máximo valor. Así la máxima aspiración del corazón humano es amar, sentirse amados y entablar una amistad profunda mediante el diálogo. ¿Identificas la voz de Dios? Dios habla en las Escrituras y la tradición, la conciencia y los eventos históricos.

Como hecho histórico que hoy nos toca afrontar es la pandemia. Podríamos preguntarnos ¿Dónde está Dios? ¿Por qué no sale a solucionar las cosas?  Dios participa de nuestras angustias, impotencias y miedos. Está allí en medio del sufrimiento. Él nos mantiene en pie.

Ojalá de todo esto que se vive hoy saquemos serios compromisos: humildad para aceptar nuestra verdad con aciertos y errores; obediencia a la ley natural y conciencia de ser administradores no dueños del universo; esperanza a que todo esto nos enseñe a salir de nuestras cápsulas y seamos más humanitarios, justos, forjadores de una civilización más humanizada. 

¿Te animas a mantener el optimismo, responsabilidad y buen humor en este tiempo?

P. Arnaldo Alvarado
18 marzo 2020

domingo, 15 de marzo de 2020

sábado, 14 de marzo de 2020


¿Qué hago con mis hijos en casa?
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Foto: Itl.cat
Tips para hacer buscar aliados en el hogar
Hay circunstancias que pueden ser aprovechadas para fortalecer el contacto más directo entre los padres e hijos. Únicamente el diálogo y estar juntos forja la unidad familiar. Esta realidad es normal en la familia. Aquí algunos tips:
1.     Agradece. La familia es el mejor espacio para el crecimiento formativo de los hijos y gozo de los padres.
2.     Aclara. Los hijos son dones y responsabilidades.
3.     Planifica. Reunirse con la familia y planificar juntos el uso del tiempo. Por ejemplo, hacer un horario de estudio, juegos, responsabilidades, oración, obras caritativas, película, música, algún proyecto, ayuda en el trabajo a los padres -según las posibilidades de los hijos-.
4.     Coordina. El colegio, la parroquia, la academia cultural puede que tengan medios de apoyo para estas ocasiones. Busca apoyo, pero no sustitutos.
5.     Acompaña. Comparte los mejores momentos con tus hijos. Si tienes, como papá y mamá, responsabilidades laborales este es el momento de encontrar aliados.
6.     Evalúa. Fijarse cómo van las cosas al final del día. Encontrar fortalezas y debilidades. Recuerda que los logros son más.

¿Cómo educar a los hijos en sintonía con el colegio?

  Cinco tips para los buenos resultados: Ora con y por los hijos El cariño y las responsabilidades van de la mano Dialoga sobre los compromi...